jueves, 29 de septiembre de 2011

La colina (The hill), by Sidney Lumet

Subir y bajar una montañita de arena a 45 grados es el castigo para los muchachos que hayan sido malos. Esto es la II Guerra Mundial y estamos en África, en un campamento de prisioneros británicos.

Sí, parece duro lo de la montañita (the hill, que la llaman ellos), y lo es. Una sufre muchísimo viendo a los chavales subir y bajar con tantísimo calor. Y colaría perfectamente si no fuera porque luego te enteras de que en el campo de prisioneros tienen unas ordenanzas por las cuales ninguno de ellos puede morir ni resultar herido y que pueden presentar cuando se les antoje una hoja de reclamaciones protestando por el trato, y le cae un puro al jefe que se caga.

Veamos. Estamos en mitad de una guerra mundial, en un campo de prisioneros, y resulta que tienen más garantías que cualquier preso en una cárcel española???? Esto cómo se come?

Si tienes la menor lesión le buscas un follón al director de la cárcel; si se subleva el personal no puedes ni tocarle; si a un preso se le va la pinza y se cuela en el despacho del jefe en paños menores sólo puedes reñirle y decirle que se está portando muy mal.

Entonces... así es la guerra? Y por esa gilipollez nos acojonamos tanto? Pero hombre, si hasta en el patio de un colegio hay más peligro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario