sábado, 6 de diciembre de 2014

Corazones enfrentados, by Jeroen Krabbé

Ésta es la bonita y edificante historia de una muchacha de los años 70 que se mete a niñera de la familia Monster y termina simpatizando con ellos y entendiendo sus peculiaridades.

Esta familia Monster son una de esas familias de judíos ortodoxos que llevan tirabuzones a ambos lados de la cara y que no dejan entrar a sus mujeres en los sagrados recintos masculinos.

Sí, ésos que a sus niños los tienen todo el día leyendo la Torá, rizándose los tirabuzones y dándose golpes de pecho mirando a las niñas de soslayo como si fueran especímenes pecaminosos de los que conviene alejarse cuanto más mejor.

Aquí el amigo Jeroen Krabbé propone la alianza universal de civilizaciones al más puro estilo Zapatero; según su teoría sólo hay que conocer a los "otros" para quererlos, entenderlos y respetarlos.

Pos no, Jeroen, vaserqueno, que no me cuela a mí tu mensaje. Mira, chico, para mí los judíos ortodoxos estos equivalen a los fundamentalistas islámicos o a los integristas de cualquier religión. Llámame sectaria, llámame dictadora, llámame intolerante, pero no...

No puedo ni quiero entender a ese tipo de gente; no me interesan sus razones. Yo vivo en paz, no me meto con nadie y me importa un pimiento cómo vivan los demás, pero no estoy dispuesta a confraternizar una mierda con los que querrían que todos pensáramos como ellos, creyéramos en las mismas cosas que ellos, viviéramos como ellos, vistiéramos como ellos, comiéramos como ellos, folláramos como ellos y muriéramos como ellos.

Y sobre todo me parece patético tu razonamiento, Jeroen:  los ortodoxos son así porque a los judíos los mataron los nazis a porrillos. Ya, y los islamistas son así porque los americanos se han cargado musulmanes a millares. Claro, y Jeanette era rebelde porque el mundo la hizo así, no te jode?


2 comentarios:

  1. Joé, esta peli te ha mosqueado como que un poco, no? Jeje...Pero estoy de acuerdo contigo: los fanatismos son muy malos, y se llevan muchas vidas por delante...Basta acordarse del suceso de las peleas entre ultras de dos equipos de fúbol el otro día.

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    1. Hola, Alex. Pues sí, la verdad es que me ha mosqueado bastante. No puedo soportar este buenismo llevado hasta sus últimas consecuencias, ni en cine ni en nada.

      Yo creo en la alianza de civilizaciones... civilizadas. Pero no creo en el entendimiento con los fundamentalistas de ninguna religión ni ideología.

      Ya lo he dicho muchas veces: para mí las religiones y los nacionalismos son los dos grandes cánceres de la humanidad. Y la mera idea de establecer una connivencia que implique entendimiento con algunos de ellos, sobre todo con los más extremos, me cabrea y me indigna. Para mí en este asunto el nivel de tolerancia es 0.

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