jueves, 30 de julio de 2015

Encantada: la historia de Giselle, by Kevin Lima

- Oh, qué terrible momento, me he salido de mi cuento.

- Qué le pasa, señorita? La noto pelín contrita.

- Soy un dibujo animado y creo que me he extraviado.

- Se nota que a usted le sobra kilo y medio de zozobra.

- Espero a un príncipe azul que es guapo, majete y cool.

- No lo he visto en esta zona, tal vez esté en Barcelona.

- Pues tiene que darme un beso, en el cuento está para eso.

- Se lo puedo dar yo mismo, pues conozco el mecanismo.

- Pero usted no es de este cuento, aunque tenga ese talento.

- Mas beso perfectamente sin romper un solo diente.

- Me gusta usted, caballero, aunque no lleve sombrero.

- Quiere, pues, que yo la bese, o espera al príncipe ese?

- Béseme usted, ya que estamos, eso es tiempo que ganamos.

- La beso con mucho gusto, mas chocaré con su busto.

- Pues choque usted sin reparo, chocar no sale tan caro.

- Oiga, en su cuento de hadas se pueden hacer mamadas?

- Uy, no sé si es de rigor, preguntaré al escritor.

- No se preocupe, usted chupe, y si le entra algo escupe.

- Pero soy una princesa, y debo salir ilesa.

- Prometo que así será, chupe usted y lo verá.

- Este cuento queda raro con tantísimo descaro.

- No es tan raro, es vanguardista, es para gente muy lista.

- Pues si es así, caballero, chuparé con más esmero.

Dedico esta coña marinera que me ha inspirado la historia de Giselle a la maravillosa princesita Amy Adams y a la malvadísima bruja Susan Sarandon, que interpretan magistralmente a unos perfectos dibujos animados de cuento de hadas. Y por supuesto al director del invento, Kevin Lima, que me ha sorprendido muy positivamente con esta historia con tintes de parodia que derrocha fino humor y simpatía a raudales. Por fin, un producto Disney que consigue entusiasmarme. Más vale tarde que nunca.

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