domingo, 12 de junio de 2011

Jackie Brown, by Quentin Tarantino

Leyendo cosas de esta película he aprendido un montón de terminología nueva (tengo ya un nivel que no veas) pero lo que más me ha gustado es lo de Blaxploitation; menudo hallazgo. Blaxploitation, por lo visto, es un tipo de cine que se hacía allá por los setenta dirigido a y protagonizado por fundamentalmente negros; y con mucha violencia. Al parecer el amigo Quintín fue bastante aficionadillo en su juventud a esta clase de películas. Bueno, pues ya sabemos de dónde le viene lo tarado que está.

A mí Jackie Brown, de todas formas, no me ha disgustado del todo. Coincido con los que opinan que es la menos tarantiniana de sus películas; tal vez por eso la he podido ver hasta el final sin vomitar y hasta me ha divertido. Pam Grier me ha encantado y me ha reafirmado en mi teoría de que en realidad Tarantino es un masoquista de pro íntimamente enamorado de las mujeres dominantes y explosivas como la que interpreta Pam. En realidad la cinta entera es una declaración de amor en toda regla al personaje de Jackie Brown.

Imagino a Pam Griar durante el rodaje, látigo en mano, fustigando a Quentin, obligándolo a controlar sus desbarres sanguinolentos y dándole unos cuantos azotillos en el culo cuando se pone tontorroncillo, que es casi siempre. Y a Quentin a cuatro patas, moviendo la colita y lamiendo los pies de su dueña y señora, la inconmesurable Pam. Y esta imagen me reconforta. Es más, no me importaría hacerme yo con otra fustilla y contribuir a tan ardua y encomiable tarea. Si su propia madre le hubiera dado algún que otro cachetillo preventivo de vez en cuando durante su infancia ahora no tendríamos que soportar los delirios de este mastuerzo.

1 comentario:

  1. No soporto a este tipo y me encanta tu crítica, no por coincidir que también, más por su declaración de intenciones e ironía. Que un gigantón medio tonto y adoctrinado en las películas de kung Fu, el spaghetti western y los festivales de eurovisión de la comarca, tenga a medio mundo suspirando a sus pies es imposible de comprender por mis escasas neuronas.

    ResponderEliminar