viernes, 3 de junio de 2011

Un toque de canela, by Tassos Boulmetis

Me lo temía. La peli pintaba tan bien (tema gastronómico de fondo, estupendas críticas, maravillosa fotografía, Estambul de decorado...) que el planchazo estaba cantado. Y por si fuera poco la escena primera, además de original, era técnicamente perfecta: dos pechos fantásticos y exultantes con dos pezones convenientemente erguidos y un bebé buscando el alimento primero y agarrándolo con avidez. Si es un adelanto de lo que viene después, esta peli promete.

Nada, una vez más mi gozo en un pozo. Previsible, pretenciosa, noña, hiperedulcorada (qué jartura de canela, la virrrgen), con diálogos infumables y tramposos, los actores pa matarlos, empezando por el niño protagonista y terminando por el abuelo filósofo-astrónomo-especiero. Eso sí, una tienda muy bonita, unas imágenes de Estambul preciosas, mucha especia colgando, y mucha escena familiar de cocina que podría haber sido sacada de "Hechizo de luna" o "Mi gran boda griega". Y poco más. Venga, una mano de perlitas:

"La palabra gastronomía incluye la palabra astronomía". Cielosss, se puede decir una cosa más idiota?????

"Mira, la pimienta pica y quema, como el Sol. Y la canela es dulce como las mujeres, como Venus". Ah, claro que la palabra gastronomía incluía la palabra astronomía!

Bueno, y todo así. Un ramillete de topicazos como una casa y muuuuuuuuucha charleta pretendidamente poética. La pimienta quema como el sol y la canela es dulce como Venus. Señor, deberían ahorcar a la gente que inventa esas majaderías y las mete en un guión. Es que en esa película no había nadie con un mínimo de buen gusto y de vergüenza torera?

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