martes, 27 de mayo de 2014

Don Jon, by Joseph Gordon-Levitt

MÁS VALE PÁJARO EN MANO

Joseph Gordon-Levitt, además de escribir y dirigir el engendro, interpreta a un prenda que se pasa la vida con el pajarito en la mano, o sea, a un entusiasta pajillero vocacional, cuyo principal problema es que se lo pasa mejor viendo porno y cascándosela que follando, vaya por Dios.

La peculiaridad que lo diferencia del 90% de los tíos es que luego va a misa y se confiesa, reza unos cuantos padrenuestros y ahí se acaba su problema. Tal vez éstos sean los momentos más divertidos de la película, los ratillos que echa con el cura en el confesionario después de cascarse sus pajillas.

LA FAMILIA, BIEN, GRACIAS

La familia del tipo es, junto con lo de las confesiones, el otro puntazo de Gordon-Levitt. Se supone que la particular idiosincrasia de los padres explicaría el "problema" del muchacho con el porno.

Al padre, un italiano más bestia que un bocata de cemento, lo interpreta un Tony Danza que resulta ser, con diferencia, el personaje más logrado de la peli.

LOS CABALLEROS LAS PREFIEREN RUBIAS

En esto que aparece la rubia imbécil, tetona y con morros de chupóptera con la que sueña todo buen aficionado al porno, pero en versión princesita calientapollas, y nuestro prota, que hasta ese momento había sido una especie de tronista de “Mujeres, hombres y viceversa”, con las mismas luces más o menos, ahora se nos convierte en un pelele babeante atormentado por sus actividades pajilleriles, que en otros tiempos le reportaron tan buenos y memorables ratos.

Empieza la parte chunga y lo divertido se va esfumando poco a poco a medida que nuestro héroe va abandonando su afición favorita en aras del AMOR. Esta parte sólo es salvable para los forofos incondicionales de Scarlett Johansson, que hay que reconocer que hace muy bien de rubia tetona y con morros de chupóptera, tal vez porque lleva al personaje incorporado.

EN BRAZOS DE LA MUJER MADURA

Y una vez superada la fase rubia tetona, aparece en escena el personaje más absurdo e innecesario de la película: la mujer madura de pasado trágico, a la que interpreta Julianne Moore. Y con ella no llegará el escándalo, no; con ella llegará la moralina de baratillo: “Chico, echarse tantas pajas no es normal. Así nunca podrás amar de verdad a una mujer. Lo que tú tienes es miedo a entregarte, pero aquí estoy yo para enseñarte. Tú déjate llevar y verás como te curo de tu terrible “problema”.

Y nada, nuestro joven y antaño feliz pajillero entra en el mundo de la trascendencia emocional en brazos de la mujer madura, la única que le puede mostrar el dulce y pasteloso camino del amor romántico y hacerle olvidar los frívolos goces del feo vicio solitario. En fin, para vomitar hasta la primera papilla. Puaaaaagggggg!!!

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