Es posible parodiar un proceso electoral con lo que ya de por sí tiene de parodia en sí mismo? Pues sí, es posible. Y el amigo Alexander Payne lo demuestra con esta divertidísima película en la que da un buen repaso a todos los personajes que tienen protagonismo en unas elecciones, desde los candidatos y sus distintas motivaciones, a los propios electores y las suyas.
Diálogos llenos de ingenio, complejos enredos, personajes grotescos y patéticos se unen en un guión fresco y original que invita a la sonrisa permanente y a la carcajada ocasional.
Qué buena Reese Witherspoon en el papel de repelente y odiosa candidata a presidir el Consejo escolar. Algo así me imagino yo de adolescente a nuestra Cospedal. De hecho no es difícil reconocer en algunos de los personajes a ciertos políticos de nuestro entorno que no desmerecen en absoluto.
Genial el discurso de la candidata lesbiana: “Sé que estáis hartos de tantas votaciones y de tanto rollo. Me presento a estas elecciones con el firme propósito de terminar para siempre con esto y que no os veáis obligados el año que viene a pasar por todo este coñazo otra vez y a tener que volver a votar a la panda de capullos que se presenten”. Por supuesto, amplia ovación y entusiasmo general.
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