domingo, 8 de noviembre de 2015

Reencarnación (Birth), by Jonathan Glazer

Interesante planteamiento el de Jonathan Glazer en esta película. Es posible enamorarse de un niño si piensas que dentro se esconde el espíritu de un adulto?

El personaje de Nicole Kidman (por cierto, magnífica su interpretación) llega a creer que el niño protagonista es la reencarnación de su marido muerto. Las situaciones íntimas que el niño conoce la llevan a ese convencimiento, pese a que todo su entorno intente disuadirla. Kidman llega a enamorarse del niño, a plantearse un futuro con él, a pretender dejarlo todo para hacer realidad su loco amor.

Me parece minusvaloradísima esta película. Es valiente, es arriesgada, plantea una situación difícil, obliga al espectador a mojarse, a tomar una decisión sobre lo que está pasando y a elegir su propio final. Naturalmente luego el director lanza el suyo, y puede gustar más o menos, pero mucho antes tú has tenido que decidir si estás con Kidman o contra ella y has tenido que optar entre el Sean auténtico o el falso.

A mí sinceramente no terminó de convencerme la historia del niño. Todo el tiempo estuve convencida de que había una explicación racional. Y por otra parte el amor incondicional de Kidman por su marido muerto diez años antes tampoco era demasiado creíble, por más que ella haga un trabajo impecable.

Lo que me cuesta entender es que algunas escenas (la del baño, por ejemplo) hayan podido escandalizar a nadie. En ningún momento se ve nada que pueda inducir a la pederastia ni justificarla ni nada por el estilo. Todo ocurre de una forma muy sutil y las imágenes ni siquiera resultan mínimamente sugerentes.

Hay demasiada gente por ahí dispuesta a escandalizarse por cualquier cosa. No pasa nada, en todo caso ese tipo de polémicas suelen beneficiar a las películas. Cuanto más capullo echándose las manos a la cabeza más taquilla. Si yo hubiera sido Glazer habría metido bastante más cañita para atraer a todos esos gilipollas y que pusieran el grito en el cielo y dispararan el taquillaje. En este caso estaría más que merecido.

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