domingo, 3 de abril de 2011

El bosque (The Village), by M. Night Shyamalan.

Érase una vez... Sí, amigos, esto es un cuento. No es una peli de terror, no da miedo, no asusta. Sí conmueve.

Por lo que he leído decepcionó a mucha gente, por dos motivos: su director es el mismo de "El sexto sentido" (eso debe de marcar) y la película se vendió justo así, como cine de terror. Craso error, porque ni lo es ni lo pretende, ni ha colado ni podía colar como tal. Y no, no tiene nada que ver con el famoso "En ocasiones veo muertos". Ni de lejos.

De lo que sí trata es de lo sencillo que es crear miedo, mantenernos aterrorizados, paralizados, sin capacidad de movimiento. Por oscuros intereses o por intereses legítimos, es igual. Es fácil crear un monstruo y conseguir que él haga todo el trabajo sucio.

Sólo tiene que haber un bosque, lo desconocido, la frontera que no se debe traspasar, tras la cual no sabemos qué puede haber. Un peligro, una amenaza, lo distinto, los otros, tal vez un color diferente. Y conseguir que esa barrera no se cruce. No os suena de algo?

Tal vez en el fondo sí que es una gran película de miedo.

1 comentario:

  1. El cine del señor Shyamalan me parece en general afectado de una estética al servicio de la nada y, lo que es peor aún, de trucos fallidos y esperpénticos. Ya en "El sexto sentido" nos dio una soberana lección de falsedad y de oquedad. En ésta continúa con el mismo formato. No es que yo sea muy listo, que no lo soy, pero en ambos casos la artimaña se ve venir a las primeras de cambio. Y claro está, todo se cae como un castillo de naipes marcados, pues gran parte de su cine se sustenta en una prestidigitación vacía. Ni tan siquiera, como han indicado algunos, una posible crítica a ciertas sociedades cerradas y ausentes de libertad adquiere sentido, pues son precisamente conocidas por tales modus operandi. Si hay un director que utilice el nefasto mecanismo de la falsedad y la trampa en el cine, el señor de apellido impronunciable es su máximo exponente. Lo ciertamente curioso es que tú Inma destroces películas como El Ilusionista, con más o menos razón, y no lo hagas en toda regla con este engendro adobado de fullería y manipulación zafia e infantil.

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