martes, 12 de abril de 2011

Pájaros de papel, by Emilio Aragón

Curioso lo que me ha pasado con esta película. Decidí verla totalmente convencida de que iba a ser un fiasco y de que al día siguiente vendría aquí a ponerla como un ropón, cosa que me encanta hacer con las pelis que no me gustan. Y prometo que hice un gran esfuerzo por que fuera así, pero me salió el experimento rana, y resultó que me lo pasé bien, que consiguió conmoverme y que por más grima que me dé el ultrasimpático Emilio Aragón, esta vez el tipo ha dado en el clavo conmigo.

Una de las cosas que más me echaba para atrás de primeras era el tema tan megatrillado, que yo creo que estamos ya casi todos de cine guerracivilista y de posguerra hasta las pelotas. Y sin embargo de todas las pelis que he visto al respecto en los últimos años ésta es una de las mejores. Será porque las historias de cómicos, bambalinas y teatro me gustan; o porque  los personajes no me parecen estereotipados (el homosexual, por ejemplo, carece de pluma, algo muy de agradecer por cuanto es casi imposible de encontrar),  y porque está exenta del maniqueísmo habitual de buenos y malos. Puedo garantizar a los que quieran verla que aquí hay rojillos malos malotes y fachas con corazón y sentimientos. Y por supuesto, gente que sólo quiere que le dejen comer y vivir.

Que es lacrimógena? Pues sí. De hecho mis películas favoritas del mundo mundial casi todas me han hecho llorar, o de pena o de risa. La vida es eso, reirse, llorar, comer, dormir, follar... Por qué me va a molestar verlo en el cine?

En cuanto al homenaje de Aragón a su padre, pues qué queréis? Yo soy de la era Gaby, Fofó y Miliki y si hubiera podido, también yo misma hubiera homenajeado a ese hombre por lo bien que me lo hizo pasar de pequeña.

De hecho creo que la historia que cuenta Emilio en esta película le tiene que sonar muy de cerca, porque su propia familia tuvo que emigrar en la posguerra y él mismo creo que nació en algún punto de América. Oportunista? No sé, si yo tuviera que elegir un tema para rodar mi primera película probablemente elegiría algo que hubiera marcado mi propia vida. Y si este hombre es hijo de artistas emigrados y ha escuchado toda su vida la historia de su exilio, por qué no va a querer contárnosla a todos, él, que puede, que sabe y que además le dejan. Por una vez y sin que sirva de precedente, Milikito, olé tus huevos.

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