sábado, 30 de abril de 2011

Los hombres que miraban fijamente a las cabras, by Grant Heslov

Hay gente a la que no le gusta esta película porque le parece absurda y surrealista. Y les parece absurda y surrealista porque habla de un ejército que utiliza la mente como arma, que derrota al enemigo por telepatía, que se entrena bailando y mirando fijamente a unas cabras, que se pone hasta el culo de LSD para potenciar sus poderes mentales y que se disculpa cuando hace pupa al enemigo. Y eso es absurdo y surrealista? Venga ya!

Si miras fijamente a una cabra puedes matarla, sí, pero también te puedes enamorar de ella. O puede hipnotizarte. O tal vez puedas practicar sexo tántrico. Si miras fijamente a una cabra y la cabra te mira fijamente a ti puede nacer el amor, podéis formar una familia, ser felices, vivir juntos para siempre, criar cabritillos con cuerpo de niño y niños con cuerpo de cabritillo. Puede ser el principio de una nueva era. Y esto os parece absurdo y surrealista?

Hay que aprender a mirar fijamente a las cabras. Necesitamos a las cabras, relacionarnos con ellas, comunicarnos; es preciso construir un mundo en el que las personas y las cabras cohabitemos en perfecta armonía, aprendamos a entendernos y asumamos la empatía que pueda surgir entre nosotros.

Porque... Qué es ser cabra? Es mejor ser toro de lidia que cabra, por ejemplo? La esencia de la cabra es difícil de captar, pero cuando por fin consigues ver con claridad sus cualidades intrínsecas, no puedes concebir mayor honor que ser una de ellas. Son el futuro, son la esperanza, y al final sólo ellas podrán salvarnos.

Y todavía habrá quien diga que estoy como una cabra.

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