sábado, 7 de mayo de 2011

12 hombres sin piedad, by Sidney Lumet

Hace muchos años, cuando era pequeña, vi por primera vez esta inquietante historia en la magnífica versión teatral que Gustavo Pérez Puig hizo para TVE. Inolvidables Pepe Bódalo, José María Rodero, Ismael Merlo, Luis Prendes, Fernando Delgado, Jesús Puente... Todos. Qué grandes, qué monstruos. Naturalmente la trama me atrapó y me impresionó vivamente y aunque luego vi esta versión cinematográfica varias veces y también otras en teatro nunca ninguna me ha impactado tanto. Bien es verdad que la primera vez que vemos algo por fuerza tiene que impresionar más vivamente.

Sin embargo ayer volví a ver esta película en TCM clásico y la encontré bastante pueril y manipuladora. El personaje del "bueno", ese razonable, educadísimo, amable y elegante Henry Fonda (no es casualidad que sea el único que viste de blanco) es un verdadero manipulador, con perdón. Obviamente, además de sus muchas virtudes,  es mucho más inteligente que los demás. No, mucho más no; en realidad es el único inteligente y todos los otros son bastante tontorrones, si se me permite. Bueno, tontorrones algunos, malencarados otros, sebosos y sudorosos la mayoría, físicamente repulsivos bastantes,  gritones y lerdos, y por supuesto están equivocados.

Con este punto de partida desde el principio se puede adivinar sin problemas qué es lo que va a pasar. Además el espectador empatiza inmediatamente con el bueno del traje blanco (ay, Lumet, qué traviesillo) y decide que en lo que sea que le vayan a contar va con él. Normal, es el único que parece listo, guapetón y simpático. El resto cuando no tiene cara de lerdo la tiene de matón o de ogro. Y así vamos poco a poco viendo cómo el listo, guapo y bueno se va llevando al huerto uno por uno a todos los demás.

Con todo, la película gusta. La cámara dando vueltas por la sala, los primeros planos del bueno y de los tontos y los malos, el ambiente asfixiante, el calor que puede palparse y casi olerse, los actores, todos, fantásticos... Sigue siendo una película de notable, pero es tramposa, muy tramposa. Y Lumet usa elementos muy pueriles y obvios para meternos el caramelito de la presunción de inocencia en la boca. Y conste que creo fervientemente en la presunción de inocencia, pero este intento burdo de hacérmela tragar casi consigue hacer que deje de creer en ella.

De todas formas, la película es puro teatro, y aunque sólo fuera por ver a ese Fonda enorrrme, inmennnso, tremendo... merecería la pena. Creo que un siete le hace justicia.

2 comentarios:

  1. Para mí, la principal virtud de la película es a nivel técnico. Jamás una historia tan simple en un espacio tan pequeño, había dado tanto juego. Sin 3D, sin Stereo Surround y en blanco y negro, sólo con un excelente trabajo de subjetividad fotográfica, se trasciende su concepción teatral para convertirse en lo que es: una joya cinematográfica.

    Otra de las virtudes de esta película es que han pasado 54 años por ella, y su mensaje sigue siendo actual. Siempre habrá vengadores con complejos y prejuicios, e interesados en ocultar pruebas para practicar el juicio rápido y el paredón (perdón, la silla eléctrica). Y siempre habrá personajes quijotescos como el que interpreta Henry Fonda, que dan para pensar. Por cierto, yo a Henry Fonda sí que lo vi con la cara y los sobacos sudaos; el que no sudaba era el de las gafas, que no se quitó el traje en ningún momento, y además lo confiesa... ¡y en verano! ¡ufffff! ¡qué asuras! (como decimos en mi pueblo)

    Tengo que darte la razón en que a mí también me impresionó más la primera vez, que fue hace unos diez años, pero como ya te dije a propósito de "Incidente en Ox-Bow", su temática siempre me parecerá actual.

    He buscado aquí en tu blog, y no me ha parecido encontrar "Antes que el diablo sepa que has muerto", también de Sidney Lumet. Ya que hemos comentado su primera película, también me gustaría saber qué opinión te merece la última que rodó. Para mí fue un shock emocional detrás de otro, pero si no la has visto, te recomiendo que no trates de leer ninguna sinopsis sobre ella (yo lo hice así), y te garantizo subidón total desde ya.

    Saludos.

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  2. Pues no la he visto. De Lumet he visto pocas cosas, pero me la apunto junto con la de Ox-Bow. Ufff, tengo un listado como de un millón de películas pendientes de ver. Y los hijoputas encima no paran de rodar más. Creo que tendré que reencarnarme por lo menos 20 veces para conseguir verlas todas.

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