miércoles, 18 de mayo de 2011

Los girasoles ciegos, by José Luis Cuerda

Leo algunas críticas de esta película y me da muchísima tristeza que la despedida del grandísimo Rafael Azcona termine en una serie de disquisiciones sobre la posguerra española, el franquismo, la memoria histórica y el progrerío patrio. Qué pena! Me gustaría tanto poder arremeter contra todos los que le atacan y aprovechar para alabar su obra completa y rendirle el homenaje que se merece! Y sin embargo, a pesar del facherío evidente y repugnante que se refleja en algunas críticas, no tengo más remedio que dar la razón a los que tachan el guión de maniqueo, repetitivo y tendencioso a más no poder. Lo siento muchísimo, Rafael.

No es sólo que sea otra maldita película sobre la guerra civil-posguerra, que ya nos tiene  el tema más que hartos, sino que está tratado con un partidismo tan descarado y tan pueril que ruboriza. Leí hace un año la novela de Méndez y es cierto que la óptica del escritor es bastante obvia, pero es que en el guión de la película el cante ya es por peteneras. En realidad la novela consiste en unos cuantos episodios independientes pero con cierta cohesión, mientras que el film se centra en el último episodio y en parte de otro. Es decir, de un relato corto hay que sacar un largometraje. Cómo? Pues metiendo paja a manos llenas, y lo que es peor, paja de la simple y poco currada. Éste es malo, éste es bueno, éste es malo, éste es bueno... Y claro, la cosa canta.

Tal vez con el paso de los años, cuando todo esto de la memoria histórica esté superado y el cine español haya conseguido sobreponerse a esta especie de vasallaje guerracivilista, seamos capaces de encontrar en esta película los valores que seguramente tiene. Pero hoy por hoy resulta cansina, repetitiva, falaz, torpe y oportunista. Eso sí, Javier Cámara vuelve a partir la pana. Pedazo de actor.

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