sábado, 21 de mayo de 2011

La carretera (The road), by John Hillcoat

Partimos de una premisa ya pelín rara. Ha habido una catástrofe, no sabemos de qué tipo ni su alcance,  y el mundo en el que se mueven nuestros protagonistas es una especie de árido desierto, frío, inhóspito y hostil. Los otros supervivientes han tenido que recurrir para alimentarse y sobrevivir a medidas extremas como el canibalismo. No hay comida, no hay bebida, no hay calefacción ni jabón para bañarse, ni electricidad ni nada de nada de nada. Ni idea de cómo nuestros dos protagonistas han conseguido sobrevivir unos diez o doce años, desde la catástrofe, sin comerse a nadie y en un estado de salud quizás no inmejorable pero sí aceptable. Eso ya canta.

Pero más canta todavía que en ese mundo hostil, donde todo el mundo va a robar al otro, matarlo si es posible y si encarta comérselo, existan este tipo de situaciones entre un padre y un hijo:

1. Un desconocido empieza a disparar al padre.  Éste saca su arma para intentar repeler la agresión. El hijo grita todo horrorizado: "Nooooooooooooo, papá, no lo hagaaaaas".

2. Casualmente encuentran un refugio subterráneo lleno de latas de conserva de todo tipo. Comida y calor hogareño para dar y regalar. Y en 10 años nadie más lo había encontrado! Milagro! Lógicamente se pegan un festín. Comentario del niño: "papá, está bien comer estas cosas que no son nuestras? Seguiremos siendo buenos?"

3. Alguien les roba las pocas posesiones con las que cargan. Salen tras él y lo pillan. El padre se limita a solicitarle a punta de pistola que se las devuelva y a pedirle que se desnude. El niño grita: "Noooooo, papáaaaa, por favorrrrr, hace mucho fríooooo"

Y como éstas, otras chiquicientas escenas parecidas. Porque en esta peli no pasa otra cosa que un contínuo caminar, un contínuo peligrar la vida y un contínuo protestar del niño cada vez que el padre intenta protegerse y  protegerlo. Vale que hayan conseguido sobrevivir durante años a una catástrofe sin comer carne humana, pero macho, con el niño ése tan escrupulosito para esto de la defensa personal...cómo es posible. En fin.

Y luego me entero por otras críticas de que lo mejor de la peli es la excelente fotografía postapocalíptica de Javier Aguirresarobe. Y yo, que la he visto en la tele por el plus, prácticamente no he visto todo el rato más que la pantalla negra como la pena negra y algunas manchas. Oscuridad absoluta y algún que otro gris de vez en cuando. O sea, que ni eso. Otro planchazo y otra muesca en mi revólver. Y van ya... no sé, quinientasmil?

No hay comentarios:

Publicar un comentario