sábado, 26 de octubre de 2013

El caso Farewell, by Christian Carion


La verdad es que ha sido un poco impactante para mí enterarme a estas alturas de que la Perestroika, la caída del muro y todo lo que supuso el final de la guerra fría es algo que debemos al señor Farewell y sus documentos secretos.

Toda la vida pensando que todos esos acontecimientos históricos ocurrieron debido a una serie de circunstancias geopolíticas y económicas supercomplejas y resulta que no, que es que un señor ruso empezó a pasarle información a otro francés y entre los dos desmontaron la parafernalia de espionaje que tenían los soviéticos montada y entonces Gorbachov, como ya no se enteraba de nada del enemigo, no tuvo más remedio que empezar a plantearse lo de la Perestroika, o sea, abrirse al capitalismo y abandonar la utopía comunista.

En fin, como suele pasar en todas las historias basadas en hechos reales, esto se parece a un posible hecho real casi tanto como se parece Paquirrín a sus hermanos Rivera Ordóñez. Probablemente haya un trasfondo de veracidad en los que nos cuenta Carion, sin duda, pero debe de estar tan oculto entre la espesura de lo inventado que es difícil discernir su alcance.

Cuidado, no es que dude de la existencia de Farewell ni de la importancia de su sacrificio personal ni de la trascendencia de sus informaciones, pero vamos, que atribuir casi por completo a este personaje el fin de la guerra fría, me parece... pelín aventurado. Y estoy siendo muy fina.

Curiosamente los dos protagonistas, el espía ruso y el francés, están interpretados por dos directores de prestigio: Emir Kusturica y Guillaume Canet. Joder, menuda panda. Casi me los puedo imaginar montando una troika creativa con Christian Carion, que al final es el que firma la cosa. Nos montamos una troika pa explicar la Perestroika.

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