Nada que envidiar a la comedia francesa y mucho que enseñar a la americana.
Javier Cámara nunca defrauda, es un tío que hace creíble cualquier papel y cualquier historia, pero que me perdone, en esta película las dos grandes superstars son Don Luis Varela y Doña Chus Lampreave. Sus escenas son, con mucho, lo mejor de la película. La vis cómica de ambos actores está muy por encima de la del resto del reparto y sus papeles parecen estar específicamente diseñados para ellos.
Lo demás es un buen guión (sí, con reminiscencias televisivas porque García Velilla viene de la tele y se le nota, pero es un buen guión), un buen reparto y ese encanto que, al menos para mí, tienen las historias que transcurren entre fogones.
No entiendo demasiado algunas críticas negativas que he leído. No sé qué esperaba la gente de esta comedia; para mí ha supuesto un rato buenísimo y unas risas de intensidad considerable. Vamos, exactamente lo que se le pide a una comedia.
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