Vi la magnífica obra de teatro de Yasmina Reza cuando se estrenó en España, con Aitana Sánchez-Gijón, Antonio Molero, Pere Ponce y Maribel Verdú, y me moría de ganas de ver la versión de Polanski. A mí la obra me pareció la hostia y tengo que decir que la película no me ha decepcionado en absoluto.
Para empezar los actores españoles no tienen nada que envidiar a los americanos. Y lo digo porque esta película tiene dos puntos fuertes: un guión brutal y el trabajo actoral. Se trata de una acción lineal que transcurre en un único escenario; no hay más elementos de apoyo, es puro teatro. Por tanto, todo el peso recae en los cuatro personajes, que se enfrentan a través de unos diálogos punzantes y dolorosamente sinceros. Lo que empieza siendo pura corrección política y exquisita civilización termina convirtiéndose en una verdadera merienda de negros.
Es impresionante la maestría con la que la autora va transformando poco a poco a los personajes y jugando con sus frustraciones, sus complicidades, sus emociones, y sus caracteres. Cómo van evolucionando y aliándose en cada pequeña batalla: primero un matrimonio contra el otro, luego los hombres frente a las mujeres para volver más tarde a las alianzas de pareja. De qué manera el conflicto con los hijos, que es lo que les ha llevado hasta allí, pasa a un segundo plano para ir revelándonos conflictos mucho más profundos de cada pareja, de género, de clase, de sensibilidades sociales.
Para mí Jodie Foster está pelín sobreactuada; Aitana me gustó más en su personaje, aunque Foster consigue hacerlo mucho más odioso con el rictus permanente de sus característicos labios finos y crueles. Kate Winslet en cambio está perfecta, comedida pero intensa, en su rol de pija hastiada. En cuanto a ellos, tanto Reilly como Waltz brillan en sus papeles respectivos de gañán domesticado y de ejecutivo sinvergüenza, machista y adicto al móvil.
Me olvidaba de los secundarios: un móvil, un jarrón de tulipanes, una botella de whisky, un secador de pelo, un cubo para vomitar y un libro descatalogado. Brillantes también.
Una película imprescindible, impactante, despiadada y totalmente recomendable. Un 10.
Algunos en mi blog opinaban que la película debería haber ido más allá que del puro teatro. Yo soy de los que opina como tú y me encanta el que se haya realizado una obra centrada en los personajes y no en los efectos viduales de un paisaje o escenario...
ResponderEliminarhttp://blogdecineparaulaviva.blogspot.co.uk/
Es de ese tipo de historias que no necesita nada más que el texto, porque en él ya está todo.
ResponderEliminarDe todas formas, oye, opiniones hay como culos, para todos los gustos.