lunes, 4 de junio de 2012

Minority Report, by Steven Spielberg

La idea es interesante: un mundo futuro en el que se pueden predecir los crímenes, y por tanto prevenir, evitarlos y encarcelar a los que los iban a cometer. Si el sistema de predicciones no falla es evidente que sólo serían encarcelados culpables seguros, aunque antes de cometer su crimen, vamos, culpables virtuales. Pero hay que demostrar que, efectivamente, el sistema es infalible para que ningún inocente sea recluído. Mola, no?

Lo demás es una peli de terror-ficción más: la cárcel es una especie de ataud donde mantienen inmovilizados a los presos, el mundo es un sitio horrible en el que te escanean por todas partes los ojos y te tienen constantemente controlado... En fin, esas cosas que con unas y otras variantes ya conocemos por la literatura futurista: "Un mundo feliz", "1984", etc. Esto también podría molar.

El caso es que no empieza mal: la policía preventiva consigue evitar un crimen y detener al futuro culpable en una trepidante secuencia llena de tensión. Vamos, el primer cuarto de hora. A partir de ahí ya estamos en otra "Misión imposible" de Cruise, que este tío parece que no sabe hacer otra cosa: millones de enemigos persiguiéndole y él jugando al pilla pilla: yuhhhhu, estoy aquí y no me pillas!

Sí, mucho coche molongo del futuro, mucho ascensor volador, mucho efecto especial mu efectista y mu especial y muchas polladas, pero siempre lo mismo. El tío venga a escapar, los otros venga a seguirlo, todos venga a correr y a pegar saltos, cienes de peligros por doquier, ay que te pillo, ay que no... En fin, el estilo Cruise propiamente dicho. Lástima que esto lo firme el gran Spielberg porque, salvando esos 15 primeros minutos, todo lo demás es una mamarrachada como la copa un pino sólo apta para misionerófilos imposibles. Una mierda, vamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario