sábado, 18 de febrero de 2012

Más allá de la vida, by Clint Eastwood

La mayoría de mis amigas van a videntes y vuelven entusiasmadas contándome lo que les han dicho con profusión de detalles. Yo las escucho y, naturalmente, no me creo nada pero como a ellas les va bien, asiento como muy interesada en lo que me están contando.

Yo nunca he ido; primero porque no creo en ellos, y segundo porque si de verdad hubiera alguno que viera algo, no tengo el menor interés en saberlo. Me parece una putada del copón; de hecho, si existe un dios lo mejor que ha hecho es no darnos el don de la futurología. Quién coño quiere saber cómo y cuándo va a morirse.  O lo que es peor, cómo y cuándo van a morirse las personas a las que quiere.

Clint Eastwood tiene ya unos años y se ve que empieza a temer a la muerte. Y que le hace ilu lo del más allá. El hombre no se resigna a que sus ochentaypico años, además lúcidos a más no poder, no tengan continuidad. Y lo entiendo, eh? Que conste. Yo no tengo muchas esperanzas de llegar a tan provecta edad (en mi familia la esperanza de vida es mucho más corta) pero creo que igual me daría por lo mismo.

Y nada, cómo me lo guiso y me lo como? Pues me monto una historia de experiencias post mortem, de paso algo de amorcillo de por medio, con un tipo solitario y torturado por un don secreto, y... cómo no, voy a meter a alguien que crea en la vida más allá de la muerte pero que por ello sea públicamente defenestrado y humillado. Vamos, me voy a poner yo mismo en la peli, pero disfrazado. Y de qué me disfrazo para que no se note que soy yo? Pues de famosa periodista francesa. Y además guapa y estilosa. Ea, porqueyolovalgo.

En fin, Eastwood puede con eso y con más; a sus años le cabe todo y todo se lo podemos perdonar. Se ha montado una historia guay para consolarse de la cercanía de la muerte, y de paso nos ha dejado para la posteridad un buen leit motiv para el cachondeo. Ya sabéis: "Te acuerdas de cuando Clint estaba pa palmarla y filmó lo del más allá? Juassssss"

A mí en esta peli todo me suena chusco y patatero a más no poder, pero no puedo evitar sentir cierta simpatía por el personaje de Matt Damon. Entre tanta chorrada es el único que intenta hacer algo digno, y a ratos me parece que hasta se lo cree, aunque cueste. Tal vez aceptara este papel porque se lo ofreció el dios Eastwood y a un dios no se le puede decir que no. O tal vez él también tiene miedo a la muerte. Haz tu apuesta.

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