A Christopher Plummer le dieron por esta película el Oscar al mejor secundario, y el Globo de Oro, y el BAFTA, y el National Board of Review, y el Independent Spirit, y el de la Asociación de Críticos de Los Ángeles, y el Critics Choice, el Screen Actors Guild, etc etc...
La verdad, mucho premio pa tan poca chicha. Una ve la película y lo primero que se pregunta es... Por qué? De dónde salen todos esos premios? De verdad a estas alturas interpretar a un señor mayor, con 75 años, que sale del armario, da para tanto Award?
Los yanquis son así, cuando les da por algo se ponen superpesados. Y si hay dos cosas que no fallan con ellos son los papeles de homosexuales y los de grandes figuras de la historia: reyes, reinas y presidentes. Si ya interpretas a una gran figura de la historia que además sea homosexual eres bombazo seguro.
Plummer encontró aquí el papel de su vida y Mike Mills la forma de resarcirse de sus traumas familiares. Por lo visto el papá de este señor salió del armario a los 75 años y este incidente autobiográfico le sirvió para largarnos este rollo infumable y pretencioso a punta pala.
A Christopher Plummer le hizo un gran favor.
Y al mundo una gran putada.
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