viernes, 13 de julio de 2012

Casablanca, by Michael Curtiz

Aviso desde ya: esta crítica es altamente corrosiva y puede herir seriamente la sensibilidad de más de un lector. Lo digo porque luego recibo en mi buzón mensajes incendiarios llenos de sulfuro que, a pesar de su inevitable gracia y desparpajo, denotan cierto sufrimiento en los remitentes que no me gustaría ocasionar sin al menos advertir de lo que hay.

Y una vez avisado y prevenido el lector de fina susceptibilidad, disparo sin dilación: Casablanca es un tostonazo como la copa de un pino. No, como la copa de un pino no; es un tostón como buena parte de sus congéneres del cine clásico que han pasado a la historia por frases tan míticas como ese "Tócala otra vez, Sam" que, por cierto, curiosamente en ningún momento se llega a pronunciar en la película.

Rick Bogart Caradepalo, como es habitual en él, tiene casi la misma expresividad que la momia de Tutankamon. Ilsa Bergman parece estar en un anuncio de colirio; supongo que tendría que echarse litros para conseguir ese extraño brillito lacrimal permanente; esos pobres ojos tuvieron que sufrir una barbaridad durante el rodaje, a juzgar por su contínuo titilar.

El único personaje verdaderamente emblemático, atractivo y carismático es el de Claude Rains, sí, el afortunado receptor de la famosa frase “Creo que éste es el principio de una buena amistad”, que no deja de ser una chorrada más que completa el largo listado de chorradas que unos y otros se dicen a lo largo de la película.

La historia de amor entre Caradepalo Bogart y Lagrimitas Bergman es un dechado de sosería sólo comprensible dentro del marco de la propia y legendaria sosería de la actriz sueca (muy guapa, sí, pero igualmente insulsa) y de la minusvalía expresiva característica del mítico Humphrey, que está muy bien para hacer de detective duro e implacable como en  “El sueño eterno”, pero que chirría un huevo con un personaje profundamente herido, sufriente y tortuoso como se supone que es éste.

Y nada más, queridos lectores. Ahí os dejo subiéndoos por las paredes. Tened cuidado con las uñas, que se parten con mucha facilidad.

3 comentarios:

  1. Yo lo he visto todo en este mundo.

    Hasta en ocasiones veo muertos. Y fantasmillas, jajajaja!

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  2. Pues si la has visto verás que el registro de Bogart en esa películas es radicalmente distinto. Seguro que has visto mucho cine, por eso te voy a recomendar dos obras maestras que seguro que no has visto. Espero y deseo que te llenen tanto como a mi. Una es El arpa birmana de Kon Ichikawa, y la otra es Los emigrantes de Jan Troel. Y hablando en serio, como siempre hacemos "ambos dos", sumérgete en ellas y, pese a no tocar temas agradables, déjate maravillar por cine con mayúsculas.

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