Insoportable. El humor zafio, vulgar y facilón.
Intolerable. La visión casi flowerpower de la tetraplejía del protagonista.
Inenarrable. La absurda historia de amor epistolar con el cuidador de celestino.
Inexcusable. El mensaje: ser tetrapléjico puede ser guay si te lo montas.
Inexplicable. La transformación súbita y milagrosa del personaje de Cluzet.
Injustificable. El tono moralista: pon un negro payasete en tu vida y serás feliz.
Indeseable. El buenismo subyancente con que se trata al personaje del cuidador.
Inapreciable. La finura y elegancia en el sentido del humor.
Innegable. El talento interpretativo de François Cluzet.
Incuestionable. La pretensión lacrimógeno-cómica de la historia.
Inescrutable. El designio del señor que llevó a Toledano y Nakache a "esto".
Indescifrable. El misterio de la supuesta gracia del cuidador negro.
Insondable. El enigma del éxito de la película y su altísima nota media.
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