sábado, 15 de diciembre de 2012

One day (Siempre el mismo día), by Lone Scherfig

Lone Scherfig es una directora muy irregular para mi gusto. Tiene películas verdaderamente interesantes (la danesa "Wilbur se quiere suicidar", for example) y otras verdaderamente cargantes (la británica "An education"), y sin embargo indefectiblemente aplaudidas por la crítica, tanto las unas como las otras.

"One day" es las dos cosas a la vez. Por un lado es interesante el planteamiento, elegir un día fijo año tras año para contar una historia. Pongamos que partes de una fecha emblemática que a ti te dice algo, el 02-02-2002 por ejemplo. Y a partir de ahí vas contando tu historia a través de los 02-02 del resto de tu vida. Eso mola, no?

Pero por otro lado es muuuuuuy cargante el modo en que se alarga inexplicablemente la tensión sexual. Estos dos se tiran nada más y nada menos que 17 años gustándose, viéndose y poniéndose caritas de carnero degollado sin mojar ni la churra ni la merina. Muy fuerrrrte, tú.

Que oye, que no digo yo que las cosas tengan que ser a todo trapo, que está bien darle un poco de bola al amor para que así se implique el público y le entre el gusanillo, pero una cosa es un poco de bola y otra muy distinta 17 años de bola!!!! Eso aburre hasta a las cabras, joder.

Eso sí, todos esos años nos dan la oportunidad de ver una cantidad ingente de peinados de Anne Hathaway: pelo largo, pelo corto, media melena, con flequillo, sin él... Sus incondicionales gozarán como cerdos viendo a su admirada estrella con tal variedad de looks, incluído algún desnudillo que otro, aunque no os hagáis muchas ilusiones porque es bastante light.

El contrapunto lo pone Jim Sturgess, que es un tipo mono pero bastante sosito. Digamos que en la peli va ganando con los años; de joven resulta verdaderamente insoportable pero conforme se va haciendo mayor y va dejando atrás el pollinaje va adquiriendo empaque y apostura.

De cualquier forma no se entiende muy bien que dos personas que están locas por follar entre sí, sin ningún impedimento aparente, se pasen toda la vida esquivando el gran momento. Que sí, que ésa es la gracia de la película, pero oye, que maldita la gracia. Menudo invento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario