Inciden mucho las críticas sobre esta película de Cronenberg en la perfección y profundidad sin igual de sus diálogos. Bien, se me ocurre que la mejor forma de ilustrarlo es hacer una especie de performance al respecto.
Imaginemos que Carl Jung y Sigmund Freud están tomando el te en el despacho del segundo.
La cosa podría transcurrir más o menos así:
Freud: Una pulsión sexual nunca puede determinar el superego por la filtración de impulsos ajenos. Es anticientífico.
Jung: Falso. La imagen onírica del falo impulsará al ego a una bifurcación empírica del superego en un trauma psicógeno de catarsis pansexual.
Freud: Nooooo, me niego a aceptar esa afirmación. El psicoanálisis no afecta en el preconsciente a la capacidad analítica del consciente porque los patrones de represión no catalizan el modelo psicosexual.
Jung: Pero no comprendes que en la fase anal la transferencia puede realizarse por la fijación polimórfica perversa que lleva a las fuerzas psíquicas a la represión del impulso sensorial de los esfínteres?
Freud: Noooooooo, eres tú quien no lo entiende! Pero qué me estás contando?????? Toíto te lo consiento menos eso!!!!! La fijación catártica de lo onírico se desarrolla en el sujeto a partir de un trauma con el tánatos en progresión hacia el eros. Es el tótem el que representa al tabú y no al revés. Creo que nuestra amistad hasta aquí ha llegado!!!!! Es imposible que sigamos intercambiando impresiones cuando nuestros puntos de vista difieren tanto en lo básico!
Jung: Vale, pues adiós mu buenas.
Freud: Hala, pos ahí te quedas, que te aguante tu tía!!!!!
Bueno, pues algo así más o menos es lo que os vais a encontrar. Que cada cual decida si quiere verla o no.
Personalmente opino que es una peli maravillosa… para los apasionados del psicoanálisis. El resto puede sentirse un poco… cómo lo diría… perplejo.
Eso sí, Fassbender simplemente genial. Y la que no os podéis perder de ninguna manera es la Knightley. Qué muecas, madre mía! Qué contorsiones faciales!!!!! Qué sindios mandibular!!!! Qué despiporre!!!!!
Imaginemos que Carl Jung y Sigmund Freud están tomando el te en el despacho del segundo.
La cosa podría transcurrir más o menos así:
Freud: Una pulsión sexual nunca puede determinar el superego por la filtración de impulsos ajenos. Es anticientífico.
Jung: Falso. La imagen onírica del falo impulsará al ego a una bifurcación empírica del superego en un trauma psicógeno de catarsis pansexual.
Freud: Nooooo, me niego a aceptar esa afirmación. El psicoanálisis no afecta en el preconsciente a la capacidad analítica del consciente porque los patrones de represión no catalizan el modelo psicosexual.
Jung: Pero no comprendes que en la fase anal la transferencia puede realizarse por la fijación polimórfica perversa que lleva a las fuerzas psíquicas a la represión del impulso sensorial de los esfínteres?
Freud: Noooooooo, eres tú quien no lo entiende! Pero qué me estás contando?????? Toíto te lo consiento menos eso!!!!! La fijación catártica de lo onírico se desarrolla en el sujeto a partir de un trauma con el tánatos en progresión hacia el eros. Es el tótem el que representa al tabú y no al revés. Creo que nuestra amistad hasta aquí ha llegado!!!!! Es imposible que sigamos intercambiando impresiones cuando nuestros puntos de vista difieren tanto en lo básico!
Jung: Vale, pues adiós mu buenas.
Freud: Hala, pos ahí te quedas, que te aguante tu tía!!!!!
Bueno, pues algo así más o menos es lo que os vais a encontrar. Que cada cual decida si quiere verla o no.
Personalmente opino que es una peli maravillosa… para los apasionados del psicoanálisis. El resto puede sentirse un poco… cómo lo diría… perplejo.
Eso sí, Fassbender simplemente genial. Y la que no os podéis perder de ninguna manera es la Knightley. Qué muecas, madre mía! Qué contorsiones faciales!!!!! Qué sindios mandibular!!!! Qué despiporre!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario