Apuesto a que a más de uno le ha pasado como a mí, que creía que ya había visto “El viaje a ninguna parte” y luego resulta que no. Lees la sinopsis y ves un par de imágenes y te dices: “Ésta de cómicos ambulantes la he visto”.
Y sí, es cierto que el cine español abunda tanto en miserias de la posguerra como en historias de cómicos mataos de hambre, pero ahora, que ya he visto yo “El viaje…” os puedo decir y os digo que ésta es LA PELÍCULA.
Y aunque el reparto es impresionante y el peso principal lo llevan un estupendo (como siempre) Pepe Sacristán y el propio director y guionista Fernán Gómez, y los dos lo hacen como lo que son, auténticos monstruos de la escena…, para mí el más grande, el más inmenso, el que se los come a todos y el que en sus escenas y sus diálogos y monólogos se traga la pantalla es… Juan Diego. Qué tío, qué saber estar, qué saber hacer, qué polimorfismo, qué talentazo, qué fiera, macho!
Qué pedazo de actores tenemos en este país, hossstia! Qué grandes María Luisa Ponte, Agustín González… en fin, todos!!!!!
Y qué momentazos tiene esta película! Sólo por señalar algunos:
- “Esto del cine es una mierda, no tiene nada que ver con el teatro”. Dicen que todos los actores lloraron al rodar esa escena. Y me lo creo.
- Una palabra maravillosa del español de toda la vida que hacía años que no oía: ZANGOLOTINO. Qué feliz hallazgo, don Fernando!!!!
- Una frase: Esta noche representaremos “Los claveles de Vicentita” sin Vicentita.
- Las parrafadas de Juan Diego en honor de Talía, la musa de la comedia.
- El momento en que Juan Diego revela la verdad sobre su vida a Pepe Sacristán en su librería de viejo. Escena inolvidable de una película inolvidable.
Si acaso le encuentro un defectillo: los diálogos entre Sacristán y el psicoanalista se hacen un poco pesados. Creo que sin ellos la película hubiera sido redonda
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