martes, 30 de abril de 2013

Fish Tank, by Andrea Arnold

Por las críticas que he leído por ahí, creo que tengo una visión bastante diferente de esta película de la de la mayoría de la gente. A mí, por ejemplo, no me parece una peli esencialmente social; esa parte me parece meramente accesoria. Ocurre en un barrio obrero como podía haber ocurrido igualmente en un barrio pijo. O es que no hay madres pijas que van a su bola total y adolescentes pijas nininis (que ni estudian ni trabajan ni ganas)?

Tampoco me convence eso de “retrato de la fragilidad de la adolescencia”. Hombre, pues sí, la protagonista es una adolescente, pero vamos, que poco tiene que ver con los adolescentes más o menos normales. Es una adolescente típica del reality “Hermano mayor”, y su madre algo parecido a las madres que aparecen en ese programa. Si lo habéis visto alguna vez sabréis a lo que me refiero, gente que se dice entre sí cosas como “puta, guarra, ojalá te murieras” y todo así.

El shock que supone la aparición de Michael Fassbinder en la vida de la familia esta es directamenter proporcional a la condición apolínea del culo del actor. Yo misma quedé en estado cataléptico ante la visión, por tanto se puede entender perfectamente el brutal impacto en una niña de 15 años con las hormonas enloquecidas.

Para mí lo que Andrea Arnold fundamentalmente plantea es una historia de tensión sexual con el agravante morboso de que hay menor de por medio. Bastante desarrolladita, pero bueno, ya sabemos la paranoia colectiva que existe con eso del sexo con menores. De hecho todo el tiempo te lo pasas esperando el gran momento: “Ahora!”. “No, no, ahora”, “Huyyys, casi pero no”, “Ahora sí ahora sí”, “Uyyy, por qué poco”. Yo creo que la única que no lo ve, por lo despistadilla, es la propia madre de la chica porque desde el principio resulta evidente lo que pasa y lo que inevitablemente va a pasar.

Como curiosidad decir que Katie Jarvis, la adolescente protagonista (que de adolescente tiene poco porque debe de andar por los veintitantos) no es una profesional, sino que la pillaron en la calle discutiendo con el novio y como dio el tipo la contrataron. Nenas, ojo al dato, a veces ser una arrabalera puede llevarte al estrellato.

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