martes, 16 de agosto de 2011

Déjame entrar (Let me in), by Matt Reeves

Todo lo que leo sobre esta película hace referencia  a su condición de remake; a unos les parece bien, a otros mal, unos prefieren la original, otros piensan que la copia la supera, y algunos directamente consideran que cualquier remake, por el hecho de serlo, debería ser condenado al vertedero de la crítica.

Yo confieso que no he visto la original, lo cual me ayuda bastante a valorarla por si misma sin hacer referencia a la película sueca. Como tampoco he leído la novela en que se basa, también sueca, me evito igualmente tener que hacer referencia a ella y hacer algo tan poco productivo como comparar cine y literatura. Mi opinión, por tanto, se basa exclusivamente en esta versión, y a ella me remitiré.

A mí me ha parecido una excelente película, aunque no de terror vampírico. La verdadera historia de terror tiene lugar en la escuela y en los abusos a los que es sometido el niño protagonista. Al lado de este espanto, la supuesta niña-montruo es un angelito. La evolución psicológica del muchacho y su lucha por superarse van unidas al hecho de que la única persona que le muestra alguna empatía y se percata de sus problemas es la chica. Toda la historia gira en torno a esa soledad compartida que para mí es mucho más interesante que la trama sanguinolenta, un tanto exagerada para mi gusto.

Y si esto fuera poco la música es verdaderamente impactante. He leído por ahí que es del mismo compositor de "Up" y de "Perdidos". Sinceramente, de lo mejorcito que he escuchado últimamente en bandas sonoras.

La recomiendo encarecidamente tanto a los amantes del cine de terror como a sus detractores porque no es exactamente una película de terror. No sé por qué a ratos me recordaba a "Carrie", otra historia que siempre me ha sobrecogido mucho más por su trasfondo dramático que por su capacidad para provocar miedo.

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