martes, 23 de agosto de 2011

Phillip Morris, te quiero!, by Glenn Ficarra y John Requa

Phillip Morris que estás en los cielos... Nooooo, fumadores del mundo, no os hagáis ilusiones. Esta peli no va de tabaco ni de compañías tabaqueras. Esta peli va de un niño que cuando mira al cielo ve nubes con forma de polla y que de mayor ve pollas a destajo, hasta que encuentra la del gran amor de su vida, Phillip Morris, con la que decide quedarse para siempre jamás. Por tanto estamos ante una comedia romántica, aunque eso sí, un poco especial. Especial porque los dos protagonistas se conocen en una cárcel, en la que vivirán los momentos más intensos de su historia de amor, y especial también porque Steven Russell, el personaje que interpreta Jim Carrey, es un verdadero fenómeno de la estafa, el engaño, el escapismo y la ingeniería financiera. Un pillo con todas las letras, vamos.

En realidad el gran hallazgo de la película es este personaje, mucho más interesante, dónde va a parar, que el de su amado Phillip Morris,  interpretado con corrección por Ewan McGregor. Jim Carrey, como de costumbre, hace una profusión de muecas, derroche de paroxismo y frenesí interpretativo, lo que sin embargo a este papel le viene como anillo al dedo. Es imposible plantearse a un personaje como Russell sin el histrionismo y la exageración de Carrey.

Hay que decir que, por increíble que parezca, esta historia está basada en hechos reales. En ese aspecto me recuerda muchísimo a "Atrápame si puedes", de Spielberg. Tanto el personaje que interpretaba DiCaprio en aquélla como el de Carrey en ésta son auténticos fenómenos de la naturaleza; su capacidad de manipulación y engaño, su inteligencia, su intuición, sus escapadas de la cárcel, su brillantez delictiva... en fin, no puedo menos que rendirme a los pies tanto de ambos actores como de sus personajes.

En definitiva, una peli muuuuy divertida, un personaje inolvidable y cine de buena calidad.

Ah, y sorpresa final. Y hasta aquí puedo leer.

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