jueves, 4 de agosto de 2011

El imperio del sol, by Steven Spielberg

Que Steven Spielberg es un cineasta con sello propio y una personalidad aplastante creo que a estas alturas está fuera de toda duda; ahora bien, que eso presuponga automáticamente calidad es más que discutible. La película es formalmente impecable, la fotografía prodigiosa, el reparto de lujo, en eso es un clásico Spielbergiano, y por ahí nada que objetar. Qué falla entonces? Pues vuelve a fallar la historia, como le pasa a menudo a este hombre.

Un niño bastante tontorrón, pijo y repelente se pierde durante la II Guerra Mundial de una forma completamente inexplicable y va vagando por ahí hasta que cae en manos de una especie de mentor mafiosillo y buscavidas, eso sí, magníficamente interpretado por John Malkovich, con el que sobrevive trampeando hasta que son apresados por el ejército japonés y encerrados en un campo de prisioneros. La supervivencia en el campo es la clave de la película y es donde principalmente decae la trama y se hace cansina y aburrida. En una palabra, un tostón.

De todas formas merece la pena verla por la impresionante puesta en escena; las imágenes de la guerra son verdaderamente impactantes. Y luego está la curiosidad de ver el debut de un jovencísimo Christian Bale, que aunque aquí hace un papel insoportable que incita seriamente al homicidio, con el tiempo llegaría a convertirse en un actor fascinante y asombrosamente camaleónico. Inolvidable su papel de pirado en "American Psycho". Sólo por eso le perdono a Spielberg este engendro infumable. Venga, Steven, 23 padrenuestros y 15 avemarías y ego te absolvo.

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