Me puse a ver esta película más que nada para volver a Brujas, una de mis ciudades favoritas del mundo mundial. Y sólo por eso volvería a verla una y mil veces porque los exteriores son una maravilla, un verdadero regalo para la vista.
Eso sí, ése es el único mérito de la peli. No recordaba un homenaje más terrible a una ciudad desde "Vicky-Cristina", aquella perversión sólo apta para degenerados que Woody Allen dedicó a Barcelona, para espanto de los fans tanto de la ciudad como del director.
La acción transcurre en una Brujas navideña en la que la gente permanece sentada tranquilamente en las terracitas por la noche tomando cervezas, sin el menor ápice de frío ni de vaho ni de nada que haga pensar que están a 5 grados bajo cero, que es la temperatura natural de la ciudad en esa época del año.
El leitmotiv puede que os suene un poco: dos asesinos a sueldo bastante tarados y sus surrealistas diálogos sobre la vida y la muerte. Este tipo de cine por supuesto tiene su público y sus fans pero casualmente yo no me encuentro entre ellos, tanto si el director se llama Quentin como si se llama Martin.
Únicamente destacaría la aparición, breve pero agradecida, de Ralph Fiennes en la parte final, en un papel de malo con cara de bueno que sólo él podría hacer así de bien. Fiennes y Brujas, Brujas y Fiennes, dos motivos lo suficientemente potentes como para ver esta película a pesar de lo vacuo de la historia y de la tediosa estulticia del guión.
Un aviso: antes de empezar a verla hay que hacer un ejercicio supremo de credulidad, y admitir que la gente puede seguir andando tranquilamente tras recibir diez o quince balazos en el vientre, o que se puede hablar sin problemas después de caer de una torre de 200 metros. Vamos, como si estuviéramos viendo un episodio de Correcaminos y El Coyote.
A mí me gustó. Y sí, una persona puede caminar después de recibir varios tiros en el abdomen, y usted que fue asesina y es mercenaria debería saber que lo falso es esa escena opuesta tantas veces repetida en el cine, en la que alguien recibe un disparo e inmediatamente cae fulminado. No es tan sencillo matar a una persona. Para provocar la muerte inmediata se necesita o bien que el tiro vaya al cerebro o bien que la energía del proyectil sea enorme y cause un shock nervioso que, digamos, "desconecta el sistema eléctrico" de la víctima. Esto se puede lograr con fusiles de caza o armas militares de gran calibre o alta velocidad, pero no con una pistola o revólver.
ResponderEliminarDe todos modos tiene razón en que la película presenta alguna escena de tiroteos increíbles, y el protagonista no debería haber sobrevivido al final, después de varios impactos con balas dum-dum —¿o eran de punta hueca?—, es más, no deberían haberlo atravesado, pues esa munición se diseña específicamente para expandirse o incluso fragmentarse dentro del cuerpo, transmitiendo de esta manera toda su energía cinética y causando severísimas heridas.
Joder, vaya chapa he soltado.
Miedo me das, Kowalski.
ResponderEliminarNo serás un vil fabricante de armas camuflado de tierno amante de mininos, verdad?
Ps. De verdad no es tan sencillo matar a una persona?
Ps2. Me gusta tu gato.
No soy fabricante ni vendedor de armas, pero sí usuario. Y experto en municiones.
ResponderEliminarDe verdad que no es tan sencillo matar a una persona. Las muy condenadas se aferran a la vida de una manera patética. ¿Nunca ha visto uno de esos vídeos en los que los simpáticos fanáticos musulmanes decapitan a un pobre desgraciado y el infeliz sigue respirando y ahogándose en su propia sangre un buen rato? Bien, es mejor para su cordura que no los vea. (Lo de simpáticos era irónico, claro).
A mí también me gusta mi gato.
Qué siginifica exactamente "usuario"? Y "experto"? Eres un delincuente habitual? O eres de los buenos? Cómo de usuario eres? Muy usuario o un poquito usuario? Con qué frecuencia usas tú esas cosillas? Tienes ahora mismo algún arma en la mano? Y no me refiero a que te estés rascando los huevos.
ResponderEliminarNo sé, yo siempre he pensado que lo de morirse es muy fácil. Basta con que te salga un cancercillo de mierda y en un par de meses puedes estar finiquitado. O yo qué se, que te encuentres a un puto borracho conduciendo en dirección contraria y ya ni los dos meses de tregua te quedan. Me dejas a cuadros, la verdad.
Usuario de armas significa que hago uso de ellas (nunca hasta ahora contra nadie, y confío en seguir así). Experto en municiones significa que poseo un conocimiento sobre ellas muy superior al de la mayoría de personas, porque las estudié y durante varios años me dediqué profesionalmente al almacenamiento, empleo, control, manipulación, desmontaje y destrucción de todo tipo de municiones y explosivos. Soy poco usuario de armas de fuego, haciéndolo con la frecuencia que me lo demanda el trabajo, aunque me gustaría usarlas más. Y no, no tengo ningún arma encima. Ni en casa tampoco.
ResponderEliminarRespecto al asunto de morir, usted lo plantea mal. Establece un inapropiado paralelismo entre matar a alguien y morirse uno. Y no es lo mismo, qué va. Para uno mismo morirse es lamentablemente fácil, pero si ese uno intenta cepillarse a otro descubrirá con horror que los otros oponen una tenaz resistencia a marcharse adonde no existen los impuestos, y al final lo que parecía una muerte limpia como se ve en las pelis acaba convirtiéndose en un verdadero asco de gritos, forcejeos, salpicaduras sanguinolentas y agotamiento físico. Parece mentira que tenga yo que explicarle estas cosas a una ex asesina.
Bueno, tengo que reconocer que lo mío de asesina era más vocación que otra cosa. O sea, que creo que hubiera sido una muy buena asesina, puede que de las mejores, pero si te soy sincera me he prodigado todo. Y no es que sea vaga ni nada de eso, simplemente es que he tenido pocas ocasiones de consumar mi vocación. Creo que el mundo ha perdido una gran asesina,pero eso sí, ha ganado una impresionante mercenaria.
ResponderEliminarMe tienes superintrigadísima, Kowalski.Igual eres un espía o algo así, con ese nombre sería lo más lógico. Oye, y una cosilla: aparte de armas y municiones y cosillas de ésas... no llevarás uniforme, no? No me refiero a uniforme de celador o de médico o de barrendero municipal... Me refiero a ese otro tipo de uniformes, ya sabes. O vas de paisano?
Dice usted: "(...) pero si te soy sincera me he prodigado todo". Además de insistir en tutearme sin que yo se lo haya autorizado, dice "todo" cuando evidentemente quiso decir "poco" (o más bien nada). ¡Escribe usted muy descuidadamente! ¡Así nunca llegará la negra de Sánchez Dragó, a pesar de su negro corazón y de sus veleidades literarias!
ResponderEliminarVisto uniforme, sí. ¿Es usted de esas damas cuyas bragas se humedecen ante un macho uniformado?
La verdad es que sí. Y como estamos aquí, escondidos en Brujas, no tengo el menor reparo en confesarlo.
ResponderEliminarEn realidad las bragas de casi todas las tías se humedecen con las mismas cosas. En ese aspecto somos supervulgares.
Ps. Yo tuteo a todo el mundo salvo a los agentes de la autoridad, y de momento yo todavía no he visto tu placa. Ah, y a las abuelillas, pero tampoco te he visto el moño.
Ps2. Pos estamos jodíos. Ni pongo los interrogantes al principio ni corrijo mis mensajes antes de mandarlos. Qué desastre de vida.
Tenga cuidado con las confesiones en la Red, que por muy escondida en Brujas que ande aquí todo es seguible, enlazable y perseguible. Si siente la irrefrenable necesidad de confesarse conmigo, en mi perfil está a su entera disposición alguna de mis direcciones de correo electrónico.
ResponderEliminarSiga tuteándome, porque ni soy una abuela ni un agente de la autoridad. Y además sospecho que soy más joven que vos.
Más joven que nos es casi cualquiera que no tenga ochenta años. Pos vaya meritazo, cuche usté!
ResponderEliminarLo de la red me da igual, ya me he creado fama de pervertida y pienso seguir alimentándola a toda costa.
Bueno, vamos a lo importante: muchas estrellas en el uniforme?
Y lo otro importante: pelo al cero o se admite melenilla?
Como puedes observar estoy haciendo preguntas superclaves para averiguar tu identidad.
Cuando consiga dar con ella te mandaré un correíto a uno de tus múltiples correos.
Ciertamente está haciendo las preguntas claves. Sobre todo claves para que me dé cuenta de por dónde va usted y empiece a despreciarla. Vamos a lo importante para usted, querida:
ResponderEliminarCero estrellas. Nada de melenilla.
Kowalski, no te emociones. No voy por donde tú te crees que voy en absoluto.
ResponderEliminarSi te has pensado por un solo momento que quiero donarte mis órganos cuando sea asesinada en serie por algún psicópata estás más que equivocado.
No puedo donarlos además; tuve cáncer una vez y nos está terminantemente prohibido.
No puedo creerme que seas tan mal pensado. Y todo porque te he preguntado por una puta estrellita de nada. Qué decepción!
Al igual que usted tiene el antecedente del cáncer y eso le impide donar órganos, yo, que soy donante de órganos, tengo otros antecedentes que me impiden pensar bien de las mujeres que hacen ciertas preguntas.
ResponderEliminarMe voy a cenar, que ya es hora.