martes, 8 de mayo de 2012

Yo serví al rey de Inglaterra, by Jirí Menzel

1 punto por los decorados, la ambientación y la fotografía. Maravillosos.

1 punto por los banquetazos que se dan; prohibido verla con el estómago vacío.

1 punto por mi Praga de mi corazón. Sólo por verla merece la pena.

1 punto por Ivan Barney, un actor pequeñito pero matón que es el pícaro ideal.

Si fuera un señor le daría otro punto por la profusión de magníficos desnudos femeninos, todos ellos seleccionados y fotografiados con exquisito buen gusto y savoir faire. Como no lo soy me dejaron bastante indiferente, aunque se los recomiendo encarecidamente a todos los caballeros. En mi casa hicieron furor entre la facción más testosteronizada. Aconsejo un discreto cojín en el regazo si se ve en familia.

Y si fuera una snob le daría un par de puntos más por ser una coproducción checa y eslovaca, que es una cosa que tiene su aquél, y además porque recibió el premio de la crítica en el festival de Berlín. Lástima que mi lado snob esté de capa caída porque se va a quedar con un cuatro mondo y lirondo.

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