lunes, 1 de julio de 2013

Otra tierra, by Mike Cahill

Qué bonito sería poder expiar nuestras culpas en un mundo paralelo. Qué bonito sería hacer música con un serrucho y una vara. Qué bonito sería que las cosas que nunca debieron suceder no hubieran sucedido. Qué bonito sería poder hacer más llevaderas las vidas de las personas a las que se las jodimos.

Ésta es una historia de fallos irreparables y de culpas imperdonables. Pero Mike Cahill nos da una esperanza, nos deja la posibilidad de arreglarlo todo en otro universo. Y aunque no deja de ser una entelequia sin pies ni cabeza, resulta muy consoladora. A fin de cuentas las religiones llevan siglos sobreviviendo a costa de lo mismo, de prometer otro mundo en el que se nos perdonarán los pecados y todo será mucho mejor.

Aunque esté catalogada como historia de ciencia-ficción doy fe de que la parte fantástica es una mera coartada. No, ésta no es una película de ciencia-ficción; es un drama de tomo y lomo. Un drama de dolores intensos, de supervivencia, de soledades compartidas, de gente que limpia a conciencia para limpiar su conciencia. Y tiene un final mágico, inesperado, inquietante, tan lleno de posibilidades como la propia historia. A algunos les decepcionó, a mí me encantó. Me pareció simplemente PER-FEC-TO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario