jueves, 18 de julio de 2013

Tiempos de azúcar, by Juan Luis Iborra

No es lo mismo pastelero que pasteloso.

Ni es lo mismo dulce que dulzón.

Ni es lo mismo sensibilidad que sensiblería.

Ni es lo mismo ser buena persona que ser gilipollas.

Ni es lo mismo un amigo del alma que un alma de cántaro.

Ni es lo mismo una amiga del alma que una calientapollas.

No es lo mismo, Juan Luis Iborra. Harfavó, vete a la porra.

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