viernes, 3 de agosto de 2012

Twelve, by Joel Schumacher

Probablemente el más cutre documento sobre el mundo de la droga que se haya visto jamás en el cine.

Si ayer me tocó disfrutar de la excelencia de "Traffic", hoy me toca padecer esta especie de monumento a la estolidez. Aunque algo tienen en común, exactamente cuatro cosas:

1. Ambas tienen como tema base el mundo de la droga.

2. Ambas tienen un título de una sola palabra, que empieza por T.

3. Los dos directores, Schumacher y Soderbergh, empiezan por S.

4. En las dos hay gente muy guapa.

Y hasta aquí llegan las similitudes.

Ahora las diferencias:

1 Lo que en Traffic es impacto visual en Twelve es mierda.

2. Lo que en Traffic es fuerza narrativa en Twelve es detritus.

3. Lo que en Traffic es un guión redondo en Twelve es caca.

4. Lo que en Traffic son interpretaciones magistrales en Twelve es boñiga.

Algo que no me explico es qué hace Ellen Barkin en esta bazofia.

Y menos me explico cómo pude terminar de ver este pútrido truño.

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