Debut como directora de González-Sinde, y debo decir que muy buen debut. También es verdad que firmar un guión con Belén Gopegui tiene un nivel que no todo el mundo se puede permitir, las cosas como son (the things as they are).
La historia es buena. Y el tema tampoco es muy frecuente en el cine español, siempre tan felizmente entregado a los conflictos guerracivilistas y postguerristas. Los accidentes laborales por lo visto venden poco, incluso aunque vayan aderezados con una pizca de corrupción administrativa por aquí y otra de chantajillos empresariales por allá.
Muy grande Adriana. La heredera de los Ozores tiene la capacidad de salvar cualquier película, aunque aquí realmente no necesita salvar nada porque hay un muy buen guión detrás y la historia se sostiene sin aditivos, conservantes ni colorantes. No obstante, las presencias de Ozores y de otro grande, Pepe Soriano, en el papel de abnegado padre de la nena, ayudan bastante.
Lo que me flipa es que este asunto de los accidentes laborales, que al cabo del año se cobran víctimas a punta pala (muchas más que por ejemplo, la famosa y ultramediática violencia de género) resulte tan poco cinematográfico. Vamos, que por curiosidad me he tirado disparada para el Google y me he enterado de que el año pasado se registraron oficialmente 683 accidentes mortales en España, o sea, este país. Y nada más que a la González-Sinde se le ha ocurrido hacer una peli sobre esto???? Pa qué??? Teniendo tan reciente una guerra civil superapasionante! País de mierda, hossstia!
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