viernes, 5 de octubre de 2012

Melancolía, by Lars von Trier

Ya sé que poner verde a Lars von Trier queda como muy in y mola un montón, y prometo que era mi intención cuando empecé a ver esta película, pero con las mismas me la he tenido que envainar, hacer de tripas corazón y escribir esta elogiosa crítica. Porque para mi sorpresa y disgusto, resulta que me ha gustado muchísimo y que me parece una gran película.

La cinta consta de dos partes, a las que da título el nombre de cada una de las dos hermanas protagonistas: Justine y Claire. O lo que es lo mismo, Kirsten Dunst y Charlotte Gainsbourg.

JUSTINE. Justine es rubia, preciosa, tiene un novio que la adora y un trabajo importante. Lo tiene todo para ser feliz, pero además tiene una mente bipolar y destructiva que le impide disfrutar de todo lo demás. La acción transcurre el día de su boda, la boda de los sueños de toda doncella kitsch: banquete en un fantástico castillo, danzas nupciales, globitos luminosos al aire… En fin, podría haber sido una ceremonia normal, con la horterez hiperglucémica propia de este tipo de eventos, pero los ataques de Justine la convierten en una celebración bastante peculiar.


CLAIRE. Para mí la parte verdaderamente sublime de la película. Si la original boda de Justine era una historia interesante y enigmática, aquí llegamos a un nivel narrativo altamente subyugante y magnético. Un planeta de sugestiva denominación, Melancolía, se acerca a la tierra con alto riesgo de colisionar. El marido de Claire, interpretado con su buen hacer habitual por Kiefer Sutherland, estudia obsesivamente el fenómeno, mientras su mujer, la siempre fascinante Charlotte Gainsbourg, se muestra totalmente aterrorizada. El miedo de Claire la paraliza a ella pero el espectador se siente atrapado en sus miradas de terror e incomprensión. Las imágenes son impactantes y destacan constantemente la inmensidad del universo frente a la pequeñez de las personas que lo observan. Simplemente por disfrutar de la elegancia visual del filme merece la pena, pero ya cuando llega el final, ahí hay que quitarse el sombrero… Y hasta aquí puedo contar.

Kirsten Dunst hace un buen trabajo, no se le puede negar, pero al lado de Gainsbourg queda totalmente deslucida. Esta mujer tiene una mirada y una expresión facial, una intensidad dramática, que abducen a la cámara. Los primeros planos de Claire, mirando a su hijo, a su hermana, al cielo... parece que te metes en ella y eres tú quien siente sus emociones y su miedo. Una actriz fascinante y única.

Y sí, Lars me ha convencido. Me ha seducido, me ha subyugado, me ha hecho disfrutar con la belleza visual de su obra y con la historia que me cuenta, pero sobre todo, me ha dejado kao con ese final mágico, brutal, aterrador, definitivo. Una gran película, de las que sin duda cuesta olvidar.

1 comentario:

  1. Pues sí. ¿Y Dogville, por qué no ha comentado Dogville? ¿Es que no la ha visto, suripanta pecadora?

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