jueves, 22 de noviembre de 2012

American History X, by Tony Kaye

American History X es Edward Norton. Él es la película, el suyo es el personaje clave y todo lo demás es pura mediocridad. En todo caso es apreciable la presencia del joven Edward Furlong, que hizo un papel extraordinario en su anterior película, Pecker, pero que aquí queda totalmente eclipsado por la potente presencia de un inmenso Norton en el que probablemente haya sido y sea por siempre jamás el papel de su vida.

Tony Kaye nos da con esta película una sesión heavy de moralina barata aderezada con una buena dosis de maniqueísmo de saldo. El profe negro bueno y entregado que intenta salvar a los chicos nazis (Kaye, con qué te drogas, tío?), el negro bueno y payasete de la cárcel que casualmente salva al nazi (Kaye, que te tires de la moto, chaval), los nazis indeseables, malvados y violadores de la cárcel… A nadie le huele todo esto un poco raro? Y la reconversión del hermano pequeño, después de una charlita de media hora, tras años de adoctrinamiento y de fe ciega en la supremacía blanca, alguien se la puede creer? Venga ya, hombre!

Si yo soy un profe negro y tengo un par de alumnos nazis que me desprecian y creen que soy basura, les va a redimir su abuela. Lo de mandarles un trabajito de clase contándome la historia de su vida quedará como muy guay y muy edificante, pero es una patraña. Nadie lo haría ni loco, y si alguien lo hace alguna vez le vendría muy bien que el nazi le pegara una buena paliza, por gilipollas.

A mí generalmente me molan las historias de redención, pero coño, cuéntame una redención creíble, con sus altos y sus bajos, sus dudas progresivas, la evolución psicológica y personal… en fin, lo que es un proceso vital. No me cuentes cuentos de charlas redentoras de media hora. Si de verdad os interesa ver una buena peli sobre los movimientos neonazis os recomiendo "This is England", de Shane Meadows.

http://malostiemposparalalrica.blogspot.com.es/2011/03/this-is-england-by-jane-meadows.html

En definitiva, sobrevaloradísima. Sé que habrá quien me quiera sacar los ojos e incluso asesinar por decir esto, pero estamos ante un verdadero truño de proporciones industriales, del que sólo se salvan los dos Edwards, el Norton y el Furlong. Y lo demás directamente a la papelera.

Hala, ya podéis ir cogiendo piedras para lapidarme. Total, soy chiquitilla y estáis muy lejos; no me vais a dar.

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