martes, 14 de mayo de 2013

London River, by Rachid Bouchareb

Cuando yo hablo de cine hablo de esto. Hablo de sentimiento, de imágenes que apenas necesitan palabras, de realidades que golpean en el mismísimo estómago, de rostros que lo dicen todo, de pura música visual. Hablo exactamente de lo que Rachid Bouchareb hace aquí.

Hablo de Brenda Blethyn dando vida a esa pueblerina británica que pasea su ignorancia y su paletismo por todo Londres buscando a su hija desaparecida en los atentados terroristas de 2005. Blethyn, una actriz de la que yo abominaba literalmente desde que la vi en la sobrevaloradísima “Secretos y mentiras” en una actuación horripilantemente histriónica y exageradamente melodramática por la que le dieron decenas de premios, aquí hace un alarde de contención expresiva que engrandece a su personaje a base de pura sencillez.

Pero sobre todo hablo de Sotigui Kouyaté, ese abuelillo africano de mirada triste que pasea con dignidad ancestral sus viejos huesos y sus rastas llenas de canas por ese mundo hostil posterrorista en el que él, como musulmán, es un sospechoso más. Una cara y una presencia inolvidables; increíble cómo casi sin mover un músculo de la cara este hombre expresa su ternura, su estupor y su dolor. Digo esto con la mayor admiración hacia este actor: tiene auténtica mirada de perro. Y quien tenga perro sabrá de lo que hablo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario