domingo, 18 de marzo de 2012

El día de mañana, by Roland Emmerich

En esto del cine siempre es bueno tener claro qué es lo que quieres ver y qué esperas. Si te pones a ver una peli de catástrofes, como es ésta, probablemente no buscas diálogos brillantes ni personajes de enjundia ni siquiera interpretaciones magistrales: lo que quieres es entretenimiento, acción y sobre todo efectismo; quedarte pelipúntico, carnegallináceo y ojiplático a base de contemplar desastres naturales y espectáculos dantescos. Bien, pues eso esta peli lo consigue con creces, lo cual significa que el propósito del director al rodarla y el tuyo al verla se cumple satisfactoriamente.

Ahora bien, si te pones a ver una peli de éstas esperando presenciar una obra de arte, una reflexión sesuda sobre la vida y la muerte o un guión impecable, solvente y redondo... pues es normal que te pegues un planchazo de la hostia, que es lo que parece haberle pasado a un montón de gente que dice haberse sentido profundamente defraudada con este producto diseñado para dar susto y pare usted de contar.

Si te ha pasado eso lo primero que tienes que plantearte es qué clase de expectativas tenías al ponerte a ver una historia anunciada como catastrofista rodada además por el mismo director de "Independence day". Querías ver "Hamlet"? "Annie Hall"? "Guerra y paz"?

Otra queja que leo con bastante frecuencia es que la acción de las pelis de catástrofes, mira tú por dónde, siempre pasa en los USA. Señores, señoras, trans... los productores, el director, los actores, los guionistas, los técnicos... todos son americanos. Quieren que sitúen la acción en Nepal o en Australia? A ver, piensen un poco: dónde suelen transcurrir las pelis españolas? En Nigeria?

Bueno, y una vez dicho esto en defensa de la película, tengo que decir también que efectivamente es una mierda como la copa un pino, tal y como dice mucha gente y como era de esperar, pero eso sí, no le falta un detalle: huracanes, tsunamis, glaciaciones repentinas, derretimientos súbitos de icebergs, tormentas de granizo... Una recopilación de desastres naturales como no he visto otra igual. Un disfrute total para los amantes del catastrofismo heavy como la que suscribe.

Y además sale Jake Gyllenhaal, un actor por el que tengo debilidad desde Brokeback Mountain. Aquí hace un papel tan chusco y poco interesante como la propia película pero bueno, como es un chico muy mono y prometedor, le subo un punto por él. Total, un dos y estoy siendo muy generosa.

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