sábado, 10 de marzo de 2012

La piel que habito, by Pedro Almodóvar

Rectificando, que es gerundio. Rectifico, rectifico y rectifico. Y rectificar es de sabios.

Siempre he dicho que a mí de Almodóvar me gustaban las comedias, sobre todo las de sus inicios, pero que en el drama desbarraba como nadie. Ésa era mi tesis almodovariana y él se ha encargado, peli tras peli, de confirmármela... Hasta llegar a "La piel que habito",  donde me ha destrozado todos los esquemas y el pedazo de cabrón este me ha dejado patidifusa (Patty Difusa, que diría él).

También sostengo hace tiempo la teoría de que Almodóvar se retroalimenta de su genio primigenio (uysss, qué chulo me ha quedado esto) y que es incapaz de crear nada nuevo. Bien, pues vuelvo a rectificar, y no se me caen los anillos. Sí que es capaz de crear, y de conmover y de hacerle un corte de mangas y darle una patada en el culo a sus muchos detractores, incluída yo.

Que me va a seguir cayendo como el culo? Sí. Que es un tío creído, pretencioso y grotesco? Pues también. Bien es verdad que con ese talento yo dudo de si no estaría igualmente un poco endiosadilla, para qué nos vamos a engañar. Que la piel en la que habito tampoco es de piedra.

No voy a comentar nada del argumento porque todo lo que se diga es destriparlo. Sólo diré que Elena Anaya me ha devuelto al Almodóvar fascinante y genial. Porque a Pedro lo hacen sus mujeres; lo bordó con Carmen Maura y ella sacó lo mejor de él y viceversa, pero hasta Elena no ha encontrado otro alter ego capaz de hacer honor a sus historias.  Para mí Penélope Cruz es el mayor fraude de la historia del cine español, probablemente una de sus peores actrices y con toda seguridad la de voz más chillona y estridente.

De los demás actores, mención especial a Banderas, un tipo que por lo general hace verdadera bazofia interpretativa pero que aquí milagrosamente saca también lo mejor de sí mismo y hasta convence. Si algo no se le puede negar a Pedro es su maestría dirigiendo actores, hasta a los más peores.

La sorpresa de verdad ha sido Jan Cornet. Cuando le dieron el Goya revelación pensé que había sido algún tipo de concesión de la Academia, de cuyo criterio a la hora de premiar me fío casi tanto como de una tarántula brasileña, pero reconozco que en su breve aparición consigue transmitirnos con convicción el miedo y la indefensión de su personaje. Bravo por el director, que le ha sacado al chaval su jugo interpretativo al máximo, y bravo por él, que lo tiene, porque de donde no hay no se puede sacar na de na.

Qué más cuento sin contar lo incontable? Ah, sí, que la peli tiene fallos, es verdad. Lo del vestido del final, por ejemplo,  pero estoy totalmente convencida de que no son fallos, sino guiños. Y por qué lo creo? Porque sólo un tipo tan creído y gilipollas como Almodóvar es capaz de meter un sapo tan gordo en una peli con el único objetivo de que la gente al salir comente cosas como:  "tú has entendido lo del vestido?"

Ah, una cosa que no se me puede escapar en esta crítica. La Academia española es una  mierda como la copa un pino. No me puedo creer que teniendo esta película, que es la puta ama, mandaran para los Oscars "Pa negre".

Lamentable, deplorable, absurdo.

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