Qué pena que mi crítica número 500 no hubiera sido ésta. Qué pena que sea la 501 y que el 10 que tenía reservado para su predecesora vaya para ella. Qué pedazo de película!
Y qué pedazo de actor! Si dije una vez que Jack Lemmon había hecho el papel de su vida en "Días de vino y rosas", que creo que lo dije, no tengo más remedio que rectificar. O al menos, plantear una duda: interpretó mejor al borracho tirado de los días de vino y rosas o al padre desesperado de "Missing"? Probablemente no haya respuesta para esto porque Lemmon puede destrozarnos el corazón tanto en una como en otra, puede hacernos llorar, sentirnos impotentes, despotricar contra el mundo y, lo que es peor, mirarnos a nosotros mismos y ver lo que no nos gusta ver. Qué tremendo actor, y qué poco aprovechado para el drama! Sí, ya sé que en la comedia era casi dios pero este tío es una fiera azotando lacrimales.
Luego está el 11S, esa fecha que a todos nos ha quedado en la memoria por lo que ya sabemos pero que mucho antes había quedado marcada a fuego en la memoria de los chilenos. Aprovecho la coyuntura para abominar desde aquí de algunas críticas que he leído que casi casi justifican lo que pasó aquel día en Chile. "Bueeeeeno, aquello llevaba camino de convertirse en una segunda Cuba, Allende era esto o lo otro, blablabla blablabla... Oiga, por qué no va y se lo cuenta a las familias de los miles de desaparecidos durante el gran movimiento de salvación nacional? Por qué hay gente que, aún hoy en día, justifica con total desvergüenza la oleada de desapariciones, torturas y muertes que aquellos días se llevaron a cabo?
Gran película, tremenda, impactante, brutal. Esas escenas de reconocimiento de cadáveres en lugares ocultos, donde se apilaban cientos y cientos de cuerpos... Eso no se lo ha inventado nadie, está ahí, documentado. No son cuatro periodistas izquierdosos y carroprebenderos los que lo cuentan; está en juzgados, en documentos oficiales... miles de desaparecidos, miles de torturados. Cómo nadie puede justificar algo así, por favor?
La película trata el tema del golpe militar y de la posible implicación americana con suma delicadeza. Impacta profundamente el proceso por el cual ese padre conservador, fiel al gobierno de su país y a sus valores patrióticos, va transformándose a medida que va entendiendo, sospechando, mirando a su alrededor, conociendo la realidad chilena, la vida de su hijo y su nuera, su trabajo... Es un cambio demoledor, todos sus valores tirados por tierra, y lo peor, un hijo desaparecido del que nadie parece saber nada.
Costa-Gavras hace un retrato impactante de lo que significa una dictadura, de lo que es la represión, los toques de queda nocturnos, el miedo de la gente, el puro pánico. Si tuviera que elegir una escena para reflejar todo esto sería la del terremoto. Decenas de personas encerradas en un hotel y aterrorizadas por un fuerte temblor de tierra pero que no se atreven a salir a la calle porque fuera están las metralletas y los disparos. Eso es el TERROR. Gracias, Constantin, por contarnos tan maravillosamente bien esta historia de miedo.
Me ha encantado tu crítica sobre esta película que es toda una obra maestra del cine con mayúsculas. Y sí, sin duda la obra es la historia de una transformación. Todo queda reflejado en ese americano medio que ante la brutal y despiadada realidad va dejando sus principios y sus caducos ideales como jirones de piel sobre el asfalto. Una película extraordinaria.
ResponderEliminarNo te pierdas también de Lemmon su papel en Éxito a cualquier precio, Glengarry Glen Ross, en la que da una lección de interpretación apabullante en unión de un Pacino sencillamente brutal. No solo espero que la veas en breve, también espero ansioso tu crónica de la misma. Si no volvemos a contactar estos días te deseo de corazón una Navidad perfecta, sin duda te la mereces. Cuídate y sigue escribiendo.
Gracias Martínez, te deseo lo mismo.
ResponderEliminarY me apunto la peli que me recomiendas en mi listado de pendientes. A ver si cae estas fiestas.
Feliz navidad.