miércoles, 26 de septiembre de 2012

El año de las luces, by Fernando Trueba

A mí me gustan mucho las primeras películas de Trueba, no lo puedo remediar. Tienen una frescura y un tono ingenuo, casi como de opera prima, que me encandila. Por gustarme, me gustan hasta los títulos. Me gustó que llamara a su primer largo “Opera prima”, que parece una perogrullada, pero oye, no se le había ocurrido antes a nadie. Y me encantó tanto el ambiente como el nombre de “Belle epoque”, lo mismo que me encanta este “Año de las luces” que nos muestra ese momento único en la vida en el que salimos definitivamente de la nebulosa algodonada de la infancia y, oh milagro, se hace la luz. Y aparece como por arte de magia la tierra prometida, o sea, el sexo y el amor.

Me gusta también el toque Azcona del guión. Con esos personajes típicos de nuestro cine de toda la vida: la estricta gobernanta (esa maravillosa e inimitable Chus Lampreave), el cura con sobrina (tremendo don José Sazatornil), la matrona gruñona (Ayyy, Rafaela Aparicio, qué grande), el rojillo con retranca (Manuel Alexandre, inmenso)… y esos jovencísimos Jorge Sanz y Maribel Verdú, que casi crearon escuela como pollinos enamorados. Qué tiernosssss! De esta peli me gustan hasta los niños, que ya es gustar.

Trueba y Azcona, Azcona y Trueba, tanto monta monta tanto, saben darle un regustillo diferente al cine sobre la posguerra. Desde la comedia, con una vena satírica importante, creando personajes inolvidables, que nos llegan y nos conmueven, rodeándose de actores entregados y convincentes… Y sí, ese tipo de cine se echa de menos. Y esos guiones completitos, finos, punteros, en los que no falta un detalle.

Desde aquí mi homenaje a ese genio que fue don Rafael, q.e.p.d. Sinceramente en la comedia española no ha tenido rival ni tiene sustituto. Tal vez hayamos perdido el sentido del humor y la capacidad de reirnos de nosotros mismos o quizás es que no ha aparecido la persona adecuada, pero el caso es que hace mucho tiempo que aquí no se hacen más que dramones o pelis de miedo, y cuando alguien se lanza a hacer comedia, pues sale “Fuga de cerebros”. Qué pena, señor!

4 comentarios:

  1. Cuando quieres tienes una magnífica pluma. Coincido contigo Inma en que todo lo que toca don Rafael lo hace, cuando menos, interesante. Un saludo.

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  2. Ay, otra crítica que le gusta a don Francisco, qué nerrrvios!

    La verdad es que yo quiero siempre, pero la magnífica pluma esa que dices me sale sólo cuando a ella le da la gana. Qué le vamos a hacer, no la tengo muy domesticada. De todas formas se agradecer su benevolencia, caballero.

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  3. En realidad y siempre y cuando no nos escuche nadie, escribes muy, muy bien. Lo que pasa es que como te gustan muy poquitas películas, escribir sobre ellas te deriva a la ironía y el sarcasmo, que por otro lado nunca viene mal. Pero..., ¿te tomas todo en la vida así?, a veces me das miedo. Pobre de mi.

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  4. Pues sí, procuro tomarme todo bastante a cachondeo. A fin de cuentas, para llorar siempre hay tiempo, no?

    Y la fina ironía es una cualidad intrínseca a mi persona que ni puedo ni quiero remediar. La encuentro muy apropiada para ir por el mundo con ciertas garantías de conservar la salud mental.

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