A mí “Los otros” me decepcionó un montón en su día. Reconozco que en posteriores ocasiones, cuando la he vuelto a ver, y ya sabiendo que no debía esperar gran cosa, le he pillado un poco más el puntito. Es lo que suele pasar cuando la primera película de un director te apasiona y las expectativas se disparan. Un error gordo pero harto frecuente.
Naturalmente carecía de la frescura y el encanto virginal de “Tesis” pero no se puede negar que hay detrás un guión muy elaborado, una técnica impecable, una ambientación maravillosamente claustrofóbica y una música impactante, todo ello obra por supuesto de nuestro Leonardo da Vinci patrio, el gran Amenábar.
Qué falla entonces? Pues personalmente me resultó fría, sin emoción. Le faltaba eso que hace que cuando estás viendo una película te metas, te impliques y sufras con los personajes. Sí, es verdad que te pegas un par de sustillos y que se consigue cierta tensión, pero es todo muy repetitivo, como muy plomizo. Nicole Kidman, maravillosa ella, eso sí, se pasa toda la cinta abriendo y cerrando puertas y persianas y poniendo cara de miedo, pero no tiene ni muchísimo menos el encanto y la naturalidad de la Ana Torrent de “Tesis”.
Lo mejor de “Los otros” sin duda es el final, que yo sinceramente no me esperaba. Ahí sí se produce ese momento sobrecogedor y emocionante que falta a lo largo de la película. Con ello consigue resarcirnos un poco de la decepción pero no llega a compensarla del todo. Al menos para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario