Vaya, estoy de suerte, otra sorpresa agradable! Coproducción ecuatoriano-mexicana de un director del que sólo conocía anteriormente otro trabajo que me pareció bastante flojo. En fin, que el resultado era un poco incierto, y sin embargo, me ha parecido una historia interesantísima y muy bien rodada.
Un sugerente y original acercamiento a las difíciles relaciones entre la prensa y el crimen. Hablamos, por supuesto, de esa prensa sensacionalista que con bastante frecuencia confunde conceptos como investigación, derecho a la información y responsabilidad social. En este caso se plantea el dilema periodístico de revelar u ocultar a la policía unas investigaciones que pueden llevar a la resolución de una serie de crímenes. Por supuesto no puedo contar nada más, si queréis enteraros de la decisión tendréis que verla.
Otro atractivo adicional es la presencia de la bella Watling, lo digo para sus múltiples fans. Aviso desde ya que, increíblemente, no se le ven las tetas. Oooooooohhhhh! Pero bueno, aun sin tetas sale muy buenorra y además se curra bastante su papel.
Como suele suceder con gran parte del cine latinoamericano, los diálogos a veces son dificiles de seguir por el acento y la proliferación de modismos locales, pero más o menos, por el contexto, se entiende la trama. Y la verdad es que merece la pena. Sin ser una obra de arte, hace una interesante reflexión sobre el tema. Si podéis, no os la perdáis.
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