lunes, 16 de abril de 2012

Persiguiendo a Amy, by Kevin Smith

La verdad es que no sé qué es más penoso, si la peli en sí misma o las críticas que he leído de tíos entusiasmados con ella porque ellos también tienen su Amy particular.

Yo creo que esta película está diseñada por y exclusivamente para tíos porque recrea una fantasía sexual masculina bastante generalizada (la lesbiana buenorra que deja el lesbianismo para convertirse a la heterosexualidad gracias a una polla redentora, a ser posible, la del fantaseador), que a la mayoría de las tías nos parece una chorrada como la copa un pino, además de francamente cutre. Pero en fin... oye, cada cual fantasea con lo que puede y dios le da a entender. La historia podría dividirse en dos partes:

1. Chico conoce a chica lesbiana y se enamora de ella. Esta parte es patética a más no poder, horrorosa. La tía, que ve desde el primer momento sin lugar a dudas que el colega babea por ella no tiene otra cosa que hacer, a pesar de tener clarísimo que ella es lesbiana y no le gustan los tíos, que iniciar una relación de coqueteo obvio con el pollo, a sabiendas de que el tío se va colgando por segundos. Luego, al cabo de dos meses de ponerlo más caliente que el pico una plancha a base de meneítos y carantoñas, cuando él le confiesa sus sentimientos reacciona como una loca, toda escandalizada, vamos, como si no se hubiera visto venir a la legua y la cosa hubiera pasado por ciencia infusa. Conste que no revelo nada porque lo del enamoramiento está en la sinopsis.

2. Inicio y desarrollo de la relación de pareja. Bueno, pues ya ella se convierte a la heterosexualidad gracias a que por fin encuentra lo que andaba  buscando, es decir, la polla de Ben Affleck (la muchacha con cualquier cosilla no se conforma, que tonta del todo no es), y ahora es él el que empieza a tener unos problemas del copón debido al pasado de ella. Esta parte, dentro de la memez generalizada del filme, es si cabe la más convincente en el sentido de que quien más quien menos ha conocido alguna vez a uno de esos tíos obsesionados por el pasado, las relaciones anteriores y demás, hasta el punto de convertirse en un verdadero pelmazo y cargarse la relación. Digamos que en esta segunda mitad la cosa sube un poco de nivel. Lo justito, vamos.

De todas formas algunos diálogos, sobre todo de la primera parte, son penosos de verdad, de vergüenza ajena. Cuando los dos protagonistas se conocen la conversación entre la chica y el amigo de él es algo así como: "una vez le estaba comiendo el coño a Loli Pérez y en un espasmo me reventó la mandíbula, jajajajaja" "Pos yo te gano; un día se lo estaba comiendo a Nati López y me partí la lengua con blablabla...jojojojo". Juro que no estoy exagerando, ésta es la charla inicial, los dos compitiendo por ver a quién le habían pasado más percances comiendo coños. En fin, todo como muy normal. Tampoco revelo nada esencial porque ocurre más o menos al principio de la peli.

Y bueno, qué decir de Ben Affleck? Pues que sí, que es muy guapo y muy estiloso, pero que es más plano que una tabla de planchar y que tiene la misma capacidad expresiva que un estropajo de Scotch brite. A mí personalmente no me importaría redimirme del lesbianismo con él, pero por un día o dos como mucho. Al tercero ya me estaría cansando de su faz inmutable y buscándome otro camino de redención con algo más de movilidad facial o bien volviendo de cabeza al cunnilingus.

1 comentario:

  1. No creo que la peli guste a la gente por el tema de estar con una lesbiana. Gusta a la gente por su humor acido y porque trata algunos sentimientos de una forma tan real y reconocible que mucha gente se siente identificada antes tantas verdades como puños.
    Cuando a alguien no le gusta esta pelicula es simplemente porque no se ha sentido identificada con ella. En mi caso si, y es de mis peliculas preferidas. Muchos chicos tenemos un idiota inseguro dentro.

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