De los mismos productores que la hipervaloradísima "Pequeña Miss Sunshine", pero para mi gusto un poco más fumable. Tiene bastante menos de "Manual de autoayuda" y de cine flowerpower (aunque también tiene su toque, para qué negarlo) pero el tono tragicómico negrillo le da cierto encanto.
Arranca bien pero luego empieza a renquear y no llega. Fallan muchas cosas: el típico niño insoportable de todas estas películas (probablemente el doblaje los empeora aún más, si cabe), el guión lleno de incongruencias (cosas que chirrían como dejar a tu hijo con un señor con el que apenas has hablado dos veces para irte de fiesta) y sobre todo que no consigue encontrar el tono. Oscila constantemente entre el melodrama y el humor negro y en ninguno de los dos géneros brilla.
Me gusta mucho la interpretación de Emily Blunt; para mí, lo mejor de la película. Me hubiera gustado que al final se cargara al niño, creo que le hubiera dado un toque interesante al filme y hubiera subido un montón de puntos. Vamos, como la noche y el día. En fin, no pudo ser.
No entiendo por qué a los niños repelentes no se les asesina con más frecuencia en el cine, la verdad. Sería un filón y las taquillas reventarían fijo.
Si le hubieran dado algo menos de cancha al punto llorón, creo que la historia habría mejorado un montón. Es una pena, porque a veces te encuentras con una trama potente pero ves cómo en algún momento a alguien se le va la pinza y empieza a desbarrar y lo jode todo. En este caso le sobraba lagrimeo y se quedaron cortos con el cachondeo.
La próxima vez que midan mejor las dosis.
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