jueves, 17 de marzo de 2011

Hard Candy, by David Slade

Inquietante, dura, tremenda, fascinante... puro teatro. Una película para sentir pero también para pensar. Quién no ha pensado alguna vez en hacerle algo así a un pederasta? Quién no se ha regocijado a ratos con la tortura psicológica a la que somete la niña al pederasta? En serio no habéis disfrutado?

Otra cosa es que somos civilizados, creemos en las instituciones, sabemos que lo mejor es que actúe la justicia... blablabla blablabla, pero de verdad, confesemos en la intimidad... No da un poco de gustirrinín fantasear con la venganza, sobre todo cuando la historia va de niños?

Personalmente nunca he pensado que liarse con una lolita sea de pederastas. La pederastia consiste en el deseo por niños impúberes. La lolita ésta a la vista está que le da veintemil vueltas al pederasta; no creo que tirarse a esta niña sea de enfermos mentales; intelectual y emocionalmente ella está muy por encima de la inmensa mayoría de los tíos de 30 ó 40 años a los que pudiera conocer. Sin ir más lejos, le toma el pelo una y otra vez al protagonista, que tampoco parece tonto del todo. También da que pensar sobre cómo se nos va la perola cuando se trata de delitos contra niños. Pero... qué es un niño? Ellen Page de verdad hace aquí el papel de una niña? No deberíamos replantearnos un poco el concepto de niño?

En fin, una peli para pensar. Al que no le guste pensar, que no la vea. No le va a gustar.

Ps. Por cierto, menudo descubrimiento la colega! Ya la había visto en Juno, pero aquí está en dos palabras... im-presionante. Me da la sensación de que en la realidad tampoco muy tonta no debe ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario