jueves, 17 de marzo de 2011

Wilbur se quiere suicidar, by Lone Scherfig

Una historia de contrastes muy atractiva de la que cada espectador sacará sus propias conclusiones. He estado leyendo el resto de críticas y es sorprendente ver cómo cada persona tiene una visión completamente distinta de lo que ha estado viendo. Unos destacan la parte de comedia, otros el punto dramático, hay quien dice no saber muy bien lo que es... Yo coincido con quien ha dicho que es una historia profundamente injusta. Durante todo el tiempo se van enfrentando mundos, caracteres y puntos de vista completamente opuestos: la inmensa generosidad de Harbour, tan inmensa que nos resulta poco creíble sobre todo al final, frente al egoísmo culpable de su hermano y su mujer; la capacidad de empatía del primero frente a la falta total de empatía del segundo... Las ansias de vivir de uno frente a las ansias de morir del otro... Constantemente están los dos polos enfrentados, pero en ningún momento se produce un estallido de esta situación, que en cualquier otro contexto y con otros protagonistas, hubiera desembocado sin duda en conflicto.

Ya digo que el personaje de Harbour me parece poco creíble en su extrema generosidad y en su casi insultante bondad. Por lo demás, los secundarios me parecen fascinantes: ese psicólogo pasota que termina siendo psicoanalizado por el propio Harbour, esa enfermera desbocada que le lame las orejas a Wilbur... fantásticos.

El resto en el spoiler.
spoiler:
Me parece en general poco creíble el personaje de Harbour porque tanta bondad casi que mosquea. La capacidad de sacrificio de ese hombre hacia su hermano multisuicida, al que no se puede dejar solo ni dos minutos, su generosidad extrema (no le importa que su padre lo quisiera más, casi que no le importa cuando se da cuenta del tomate que tiene en su casa), frente al tremendo egoísmo de Wilbor, que monta en cólera porque el hermano que le ha cuidado abnegadamente toda la vida, ahora, enfermo terminal de cáncer va a dormir una noche en su cama con su mujer... bueno, resulta poco verosímil, aunque creo que son planteamientos extremos porque el contraste de personalidades así lo requiere.

El final de la película es sobrecogedor, pero tal vez lo más verosímil de todo. Que el hermano optimista, bondadoso, abnegado, generoso y trabajador termine suicidándose y, por contra, el egoísta, depresivo, dependiente y traidor se acabe quedando con todo, incluida la felicidad ganada a pulso por el otro, y encima con el total beneplácito del difunto... Bueno, es un desenlace sangrante. De hecho, el único posible para que la película termine bien y Wilbur sea feliz. Como ya dije al principio, profundamente injusto, y sin embargo real como la vida misma. Porque... quién dijo que la vida fuera justa?

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