jueves, 17 de marzo de 2011

Heroína, by Gerardo Herrero

Vale que es un tema muy trillado, pero yo creo que un poquito de sentido común hubiera conseguido hacer algo mínimamente visible. Que está basada en un hecho real? Sí, no me extraña; en la realidad la gente puede ser esperpéntica a más no poder, como lo es esta madre pretendidamente heróica. Por lo general estas historias de madres-coraje me suelen parecer falsas en su mayoría; las propias madres me parecen falsas en su inquebrantable fortaleza. Pero que se ponga como modelo a seguir a esa especie de supermadre que echa todas las culpas de lo que le pasa a su hijo a jueces, policías y narcos y que al niño lo trata poco menos que como a una ingenua marionetilla completamente ajena a lo que le pasa... pues como que no. Las madres no somos tan necias, el instinto maternal no te atonta de esa manera. Podremos defender a muerte a nuestros hijos pero sabemos perfectamente cuándo los que la cagan son ellos.

Esta película no deja de ser fruto de una sociedad en la que la irresponsabilidad sobre los propios actos se ha elevado a categoría de normal y hasta deseable. El niño no tiene culpa de nada; ha destrozado su vida, la de toda su familia, le han dado mil oportunidades, los hermanos están hasta la polla de él, pero la madre se pasa el día chillando y montando pollos contra los narcos, los jueces, la policía, los celadores de la cárcel... A la madre todo el mundo le parece impresentable, todo el mundo menos su hijo. Venga ya! Y eso es una "heroína"? Una tía completamente desquiciada que le echa la culpa de su desgracia al mundo entero menos a ella y, sobre todo, al libre albedrío de su hijo?

Pues si eso es una "heroína", yo me quedo con los malos. Me parecen, como poco, más creíbles, y probablemente mucho más normales.

2 comentarios:

  1. Gran despliegue de sentido común. Absolutamente de acuerdo, al 100%. Y la película, sí, bastante mala, con muy poco que contar.

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  2. Gran despliegue de sentido común. Absolutamente de acuerdo, al 100%. Y la película, sí, bastante mala, con muy poco que contar.

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