jueves, 17 de marzo de 2011

Training day, by Antoine Fugua

Eso parece totalmente la película: una pesadilla desde el punto de vista del personaje de Ethan Hawke; o una serie de bromas para ponerlo a prueba, tipo novatadas. De hecho, durante buena parte del tiempo yo estuve pensando que era todo coña, que al final el poli malo le contaría al poli bueno que todo era mentira, que la sangre era tomate y que lo había hecho para ver hasta dónde llegaban su honradez y sus principios. No sé, es que para ser verdad era como demasiado descarado.

Coincido con los que dicen que no es una historia mínimamente creíble. Que existe corrupción policial? por supuesto que sí. Pero estoy convencida de que es algo como un poco más sutil; ese descaro es inconcebible y ese ir cargándote por ahí todo lo que se te ponga por delante. Puede que haya polis corruptos pero su obligación es aparentar que no lo son e ir por la vida de ciudadanos ejemplares y respetuoso con las leyes, al menos ante sus subordinados. Lo que pasa es que el personaje de Denzel me parece tan fascinante, tan cinematográfico, tan fuerte, que no puedo evitar "perdonarlo" por su falta de realismo. Reconozco que tengo debilidad por este actor y que su sola presencia en una peli ya llena toda la pantalla. Es una personalidad imponente que lo desborda todo.

Por lo demás, la factura tipo videoclip me gusta, creo que es muy apropiada para este tipo de tramas fuertemente violentas. Ethan Hawke no me dice nada, pero es que al lado de Denzel no me diría nada nadie. Supongo que lo hace lo mejor que puede para que al menos se note que hay alguien en el asiento del copiloto. Es lo más que puede hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario